Cerrar Menú
Las opiniones de los blogueros son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.
Profile image

Ingrese o regístrese acá para seguir este blog.

Seguir este blog

cgalvarezg@gmail.com

Qué lejana está la época en que los establecimientos comerciales exhibían la imagen de los hombres que vendieron a crédito y al contado. El primero, era un famélico espécimen, que bajo el letrero “Yo vendí a crédito”, apuraba su inopia entre las ratas, que escarbaban penosamente en sus arcas vacías. Qué diferente la imagen del hombre que vendió al contado, opulento y próspero, capitalizado en su método contante y sonante.

No pude radicar la fecha exacta, el autor y las condiciones en que se creó esta alegoría. Nacida seguramente cuando las circunstancias de expansión bancaria eran incipientes, y a lo sumo, no sé, realmente, las tarjetas de crédito estaban por inventarse, la imagen recreaba el valor de transar en efectivo, en vez de encantarse con la ilusión del crédito.

¡Cómo pasó el tiempo, cómo cambiaron la noción y la práctica de la economía!   Una empresa de tarjetas de crédito como Visa, Master Card, American Express o Diners podría fácilmente pergeñar a los individuos, y el personaje rebosante y pudiente sería el que vendió a crédito. Los comerciantes lo dirán, porque es posible que la imagen permanezca sin alteraciones, aunque eso sí, cambiándole el título: “Yo compré a crédito, yo compré al contado”.

Porque acompañando una bancarización creciente, aunque todavía precaria en Colombia, el crédito se ha convertido en la opción preferida. Es cierto que muchos conservan su platica debajo del colchón, aterrados del peaje que les impone el pago del 4 X 1.000, y prefieren afrontar el riesgo de portar efectivo. Pero mucha, mucha gente, se ha plegado a las facilidades de las tarjetas, a los encantos inagotables del pago a crédito, a la feria feliz del plástico y del “tarjetazo”.

Casas, carros, electrodomésticos, ropa, joyas, comida, servicios públicos y hasta instancias otrora exclusivas del contado, como matrículas y pensiones, son ahora terreno del crédito, sin mencionar otros renglones más insólitos e inusuales. Aunque el Banco de la República llama frecuentemente la atención sobre el fenómeno del crédito desbordado, y su alza metódica de las tasas de interés tiene como objetivo bajarle el volumen a la fiesta, los colombianos siguen marchando por ese camino.

Más allá de ser la alternativa contemporánea de la compra, que vuelve extraño cada día el uso del efectivo, y que ya es un momento de transición hacia el dinero virtual, el crédito presenta un duro dilema a la interpretación económica. ¿Ha mejorado el poder de compra, especialmente, de la clase media? ¿O el país está viviendo al debe, entre otras cosas por la precariedad del empleo aunque mejores sus indicadores, por las ganas de vivir más allá de nuestras reales posibilidades, especialmente en la satisfacción desproporcionada de las demandas de nuestros hijos, a los que estamos criando en estratos superiores?

El crédito se ajusta a la dinámica de espejismo de la sociedad de consumo, que promete poner a nuestro alcance todas las máscaras de la quimera. Cualquiera que sea la dimensión del sueño, puede capturarse con un “tarjetazo”, que ya veremos cómo salir del embrollo. Aunque muchas veces los clientes del paraíso pasen a ser miembros de Datacrédito o Cifin. El crédito es la explicación del auge automotriz, del que puede asegurarse que son miles los automotores que ruedan sobre cuotas y su pago se lleva una buena parte de los ingresos individuales y familiares.

Ojalá ese galopante meollo del crédito pernicioso sea sólo un rumor al que el paso del tiempo conjure y no convierta más bien en maldición. Y entre los usuarios haya más representantes felices de su buen uso, como el otrora boyante gordito del contado,  muy distinto del que ya sabemos.

(Visited 1 times, 1 visits today)

Etiquetas

PERFIL
Profile image

Carlos Gustavo Álvarez G. nació en Bogotá en 1957. Es periodista, escritor, libretista de TV, asesor de comunicaciones y compositor. Se ha desempeñado como Director de Elenco, Editor Cultural y Editor Dominical de El Tiempo, Editor de revista Credencial y Subdirector de Cromos. Entre otros, escribió los libretos de la comedia "Don Camilo" y de la telenovela "Calamar", y con Bernardo Romero Pereiro (q.e.p.d.) creó al personaje "Guri Guri". Entre sus libros están: Bogotá de memoria, Paisas en Bogotá, La Vuelta a Bogotá en un poco más de 500 años, Angelita, Historia de una voluntad y En boca cerrada. Ha compuesto dos CD de canciones: "Son de Colombia" (2009) y "Tu amor" (2010) y "Palabras de amor", que circuló con "En boca cerrada". Ha sido columnista de Elenco, Lecturas Dominicales, El Tiempo, El Colombiano y en 2011 cumplirá siete años como columnista de Portafolio. Su página web es: www.carlosgustavoalvarez.net

    Siga a este bloguero en sus redes sociales:

Más posts de este Blog

Ver más

Lo más leído en Blogs

1

Lo primero que debemos saber es que la información exógena es el(...)

2

En un entorno cada vez más rápido, más volátil y más incontrolable,(...)

3

Es fin de semana, así que en vez de hablar de temas(...)

0 Comentarios
Ingrese aquí para que pueda comentar este post
Reglamento de comentarios

PORTAFOLIO no se responsabiliza por el uso y tratamiento que los usuarios le den a la información publicada en este espacio de recomendaciones, pero aclara que busca ser la sombrilla de un espacio donde el equilibrio y la tolerancia sean el eje. En ese camino, disponemos de total libertad para eliminar los contenidos que:

  1. Promuevan mensajes tipo spam.
  2. El odio ante una persona o comunidad por su condición social, racial, sexual, religiosa o de situación de discapacidad.
  3. Muestren o impulsen comportamientos o lenguajes sexualmente explícitos, violentos o dañinos.
  4. Vulneren o atenten contra los derechos de los menores de edad.

Además, tenga en cuenta que:

  • - El usuario registrado solo podrá hacer un voto por comentario.
Acepto
¿Encontró un error?

Para PORTAFOLIO las observaciones sobre su contenido son importantes. Permítanos conocerlas para, si es el caso, tomar los correctivos necesarios, o darle trámite ante las instancias pertinentes dentro de nuestra compañía.


Debes escribir el comentario
¡Gracias! Tu comentario ha sido guardado
Su calificación ha sido registrada.
Su participación ya fue registrada.
Haga su reporte
Cerrar
Debe escribir su reporte.
Su reporte ha sido enviado con éxito.
Debe ser un usuario registrado para poder reportar este comentario. Cerrar