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Actualmente, somos alrededor de 7.600 millones de personas y en 30 años seremos más de 9.500 millones en un mundo que está viendo cómo se limitan los recursos, pero que a la vez requiere producir más comida para poblaciones urbanas en ascenso con una dieta más exigente y demandante. Necesitamos alimentar a la humanidad maximizando la productividad de la tierra de forma sostenible en términos ambientales y de costo-eficiencia.
Este es un tema que, sin duda, es cuestión de química, de encontrar la fórmula y el balance adecuado, entre el agricultor y las nuevas formas de cultivar. Así mismo, de encontrar maneras de sacar todo el provecho a las nuevas tecnologías y herramientas disponibles para hacer de la labor del campo, un camino productivo y sostenible para las generaciones de hoy y los suficientemente rentable y atractivo para las generaciones del mañana.
Llegó el momento de identificar al agro no como el oficio rústico con jornadas extendidas, trabajo manual y baja paga, sino como una de las principales plataformas para la digitalización y automatización con miras a la eficiencia y productividad.
‘Smartfarming’, la respuesta para un campo más productivo y sostenible
El ‘Smartfarming’ o Agricultura Inteligente en español, busca a través de la tecnología aprovechar todos los recursos disponibles y evitar al máximo los desperdicios. Es parte de la solución para hacer un mejor uso de los suelos, el agua, los insumos, el control de plagas y enfermedades, predicciones climáticas, rendimientos y en general la administración de todos los recursos utilizados en los procesos de cultivo y cosecha.
El ‘smartfarming’ aprovecha tres campos tecnológicos:
- Sistemas de gestión de la información: por medio de software de datos, big data y data analytics, se logra la recolección, procesamiento, almacenamiento y diseminación de información necesaria para gestionar adecuadamente las operaciones y funciones del trabajo en una unidad productiva.
- Agricultura de precisión: A partir de herramientas tecnológicas que permiten el análisis de diferentes factores que intervienen en las etapas productivas de un cultivo como la tipología de terreno, su contenido de materia orgánica, las condiciones climáticas, la presión de plagas y enfermedades, entre otros; se puede conocer de antemano información que facilita decisiones preventivas con miras a una gestión más eficiente de los recursos.
- Automatización agrícola y robótica: con ayuda de la inteligencia artificial, robots y drones agrícolas, se pueden mejorar procesos y automatizar funciones. Gracias a estas tecnologías, se mejora la calidad y precisión de las aplicaciones, y otros procesos de mecanización.
Cada uno de estos tres campos tecnológicos son herramientas fundamentales para garantizar la transformación hacia una agricultura más competitiva y sostenible. El papel de los líderes, los gremios y las empresas va muchas más allá de entender y traer esas nuevas tecnologías. Debemos ser líderes en la transformación cultural implícita que conlleva al acompañamiento y formación, así como el establecimiento de alianzas para acelerar la oferta y adopción herramientas que no sólo ayuden a buscar eficiencia y cerrar las brechas de productividad, sino que sean motivos y razones para que las nuevas generaciones, crean y le apuesten al campo.
Ratificando este compromiso, en BASF contamos con el programa AgroStart, un acelerador del emprendimiento digital en la agricultura. Este programa convoca Startups dirigidas al agro para promocionarlas y potencializarlas con respaldo financiero y asesorías de altísima calidad.
En alianza con la aceleradora ACE, AgroStart contempla todo el proceso necesario para que las startups pueda validar y escalar su negocio en el mercado agrícola. El programa trae beneficios contundentes a los agricultores que utilizan las nuevas herramientas, pero también a los emprendedores de toda América Latina, que desarrollan la solución. Además de la exposición internacional, hay un apoyo económico para cada startup seleccionada, coaching y capacitaciones con emprendedores del agronegocio y consultoría para la innovación y el crecimiento en marketing, ventas y planificación.
Las primeras grandes empresas que se unen a este ecosistema creado por BASF a nivel Global, son Samsung y Bosch, que contribuirán con su know-how para apoyar con conocimiento colaborativo a las startups impulsadas por AgroStart. En este tipo de alianzas, en donde se trascienden las individualidades de las empresas para sumar a un sector, todos ganan, la sociedad gana y la esperanza de un campo productivo y atractivo cobra sentido para las nuevas generaciones.
Para BASF la sostenibilidad, entendida como el equilibrio entre lo social, económico y medioambiental, implica el desarrollo de soluciones que satisfagan las necesidades de hoy, garantizando que las futuras generaciones puedan satisfacer las suyas. Bajo esta premisa, estamos comprometidos con la tecnificación del campo, entendiendo su contribución a la productividad que impacta positivamente el trabajo más importante de la tierra.
Consulta las condiciones de Agrostart en http://www.agrostart.basf.com
¿Tienes preguntas sobre cómo la química puede contribuir al desarrollo de vías más sostenibles en Colombia o sobre cualquier otra aplicación de la química en la cotidianidad? Puedes escribirnos a comunicaciones-bcn@basf.com y en nuestra próxima entrada te responderemos.
