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El fondo EMLC, perteneciente a la empresa Van Eck Global, invierte en bonos emitidos por gobiernos de algunos países emergentes, en su moneda local, lo cual los convierte en una fuente adicional de diversificación. Permite especular con el movimiento de esas divisas y proporciona de paso unos intereses mayores que los que se logran por medio de los fondos especializados puramente en monedas, como por ejemplo FXE (euro) y FXY (yen).
De acuerdo con su prospecto, su objetivo es replicar, antes de comisiones y gastos, el precio y el rendimiento del índice «J.P. Morgan GBI-EMG Core». Por una parte, los bonos dentro de esta categoría suelen suministrar rendimientos más altos que los de los países avanzados. Por otra, muchas veces las fluctuaciones de las monedas involucradas constituyen el factor determinante en el rendimiento total.
A febrero 20 de este año estaba invertido en bonos de 14 países, entre los cuales Brasil (A-), Polonia (A) , Sur Africa (A) y México (A-) tienen un peso de 10% cada uno (entre paréntesis la calificación de S&P). Colombia (BBB+) ocupa un 4.3% del portafolio. Sus gastos de operación son del 0.49%, funciona desde 2010 y maneja activos cercanos a 600 millones de dólares, con un volumen no muy alto, cercano a 200.000 acciones diarias.
El rendimiento de sus dividendos a Febrero 17 (dividendo anual por acción dividido por el valor de la acción) fue de 5.22%, de acuerdo con el prospecto.
Debido a su acelerado crecimiento, algunos de esos países pueden enfrentar problemas inflacionarios, lo cual puede afectar el rendimiento de sus bonos y el crecimiento económico de los países respectivos.
