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En los primeros contactos con una persona o una entidad u organización debemos estar muy atentos y muy enfocados en percibir la máxima cantidad de detalles que podamos para lograr, con base en ellos, deducir o amplificar cómo será el futuro de una relación personal o de negocios.
Si así es el desayuno…¿Cómo será la cena?
Lo anterior es muy serio, es vital y no falla. Funciona.
La veces que he pasado por alto los detalles o he querido hacer caso omiso de lo que he visto o he sentido en una primera o una segunda o tercera conversación o contacto con una entidad o una persona y he sufrido las consecuencias.
Las entidades y las personas muestran cómo son desde el principio y está en nuestras manos, nuestra vista, nuestros oídos, todos nuestros sentidos percibir y luego con calma amplificar y llevar a futuro toda eso que hemos experimentado. Nos sorprenderemos positiva o negativamente de los hallazgos al hacer la deducción de lo que puede ser el futuro basado en esas primeras interacciones.
Una vez le pregunté a una amiga que se divorció del marido por un importante número de razones, si ella había pillado o percibido o se había dado cuenta de todo cuando lo conoció y su respuesta fue un inmediato si. “En los primeros meses de la relación, cuando empezamos a salir visualicé todo e incluso mis amigas y familiares me hicieron comentarios y observaciones que luego yo no quise aceptar y por el contrario seguí adelante con la relación que al final terminó muy mal y me hizo mucho daño”, me dijo.
Un amigo me contó su historia de amores con una dama cuya familia era un desastre, la madre una viuda alegre, un hermano un honorable trans alcohólico, otro hermano con líos judiciales y huyendo, el padre fallecido había caído en el consumo intenso de drogas y de eso murió y la dama se mostraba amorosa pero mi amigo notaba que le decía muchas mentiras y su vida era todo un misterio. El amigo se casó enamorado de la dama pensando que todo lo que había visto y sentido era fruto de un pasado tormentoso en esa familia y al final cuando se divorció y me compartió su mala experiencia, me confesó que lo que encontró fue una sumatoria de todo lo que había visto pero agrandada para el lado malo. Nunca debió haber desconocido las innumerables señales que el universo le estaba enviando.
Un conocido entró a trabajar a una organización donde el primer día vio como el gerente y dueño insultaba con un lenguaje peor que callejero a una colaboradora de la institución, al siguiente día escuchó como sacaban a la fuerza a otro colaborador como si fuera un delincuente y así presenció varios casos de diferentes estilos que mostraban que allí pocos buenos modales había, hasta que le tocó el turno a él, que le fue muy mal porque nunca le pagaron su salario variable y en cambio el fijo se demoraron dos meses en hacerle el primer pago y la liquidación cuando salió se la pagaron a los 7 meses, como era de suponer este señor no duró mucho en esa empresa, que desde el primer día mostró que tenía malas prácticas y pocos valores. Nunca colocó esa mala experiencia como parte de su trayectoria profesional porque consideró que le restaría y no sumaba nada bueno. El hubiera preferido haberse salido al final del primer día.
Igual recuerdo un amigo que me dijo haber trabajado en una empresa donde desde el primer día cada uno de sus compañeros le dio la bienvenida y todos decían con alegría que se sentían orgullosos de trabajar en esa empresa y que no había una mejor. Se sentía el dinamismo, la alegría y la camaradería desde el inicio. Pasó los mejores años de su vida profesional en esa empresa y aprendió mucho en ella. El amigo, aún hoy, se siente orgulloso de haber estado allí muchos años. La empresa que vio el primer día es la que todavía existe y sigue siendo de las mejores del mundo.
En las relaciones personales, un amigo conoció a una chica linda, sincera y directa en su hablar y actuar, con una familia bien establecida y de padres ejemplares…Hoy día lleva más de 40 años con ella como pareja. Lo que vio en las primeras visitas y salidas es lo que ve hoy y es todavía mejor.
Dejo aquí la reflexión para que Usted pueda sacar sus propios ejemplos y vivencias y confirme que “Amplificar el presente ayuda a deducir el futuro”
Y recuerde que no falla hacerse la pregunta, Si así es el desayuno…¿Cómo será la cena?
