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Cuando se le pregunta a las personas si un líder ejemplar que tengan en mente hace caso a los consejos que le dan, normalmente la respuesta es NO.
La experiencia muestra que los mega-líderes toman muy en cuenta lo que la gente les dice y casi siempre se dejan guiar por ese saber popular de las mayorías pensantes, como ocurre en el programa quien quiere ser millonario que hay la opción de consulte al público o consulte un amigo.
Las decisiones se toman con base en indagaciones y estudios que uno hace en la cabeza y que son las conclusiones después de las cuales uno elige la que le parece mejor según sus análisis o preferencias o estructura de valores y principios.
Normalmente preguntamos a los demás su opinión de lo que harían en una situación determinada o qué saben de alguien que haya estado en una condición similar y vamos armando en la mente una especie de historial de resultados de “vuelos de prueba” de una idea que tenemos pero que no estamos seguros cual puede ser la salida o la mejor alternativa.
La cabeza de los líderes no es diferente a la nuestra pero en su campo puede ser más visionaria o más arriesgada o más valiente a la hora de tomar una decisión. Recuerden que al líder igual que al ladrón lo hace la ocasión, el uno para lo bueno y el otro para lo malo, pero es similar en el sentido que cada uno aprovecha la oportunidad que visualiza y en consecuencia ejecuta una acción temeraria y valiente.
“El buen líder es aquel que se deja guiar”, decía Carl Jung, asunto que parece en un principio un contrasentido pero al analizarlo hay mucho de profundidad y de verdad en esa afirmación.
Sin embargo la afirmación anterior de Carl Jung obliga al líder a saber escuchar y poner mucha atención a lo que le aconsejan o le muestran, de tal manera que teniendo en cuenta todo lo vistos y recibido, con su mejor su buen juicio y visión, tomar una decisión que lleva a una acción concreta en pro de una comunidad o un grupo humano.
Por eso afirmo que “el buen líder escucha, se deja guiar y decide”
Lo he visto practicar y he visto su efectividad en los líderes. Es la herramienta predilecta y más eficaz de un buen líder. Yo mismo lo he practicado y recomendado cuando he tenido que liderar o cuando he tenido que estar cercano a un líder de éxito. La historia lo prueba.
Si Usted no es líder tenga en cuenta la afirmación que acabo de hacer y si es un líder en este momento, practique la afirmación y verá lo bien que le va.
