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En el libro que prepara el contratista Julio Gómez, uno de los protagonistas del denominado Carrusel de la Contratación, hace serías revelaciones de las estrechas relaciones que supuestamente mantuvo con Clara López, candidata a la alcaldía de Bogotá, y con su esposo Carlos Romero. Textualmente dice lo siguiente:
“En medio de esta persecución mediática, el IDU quería declararme la caducidad del contrato del deprimido de la 94, contrato que les explique anteriormente. Para ese momento el Alcalde Mayor ya había sido suspendido, y la Alcaldesa era la Dra. CLARA LOPEZ designada por el Presidente SANTOS. Ella me debía un favor que yo le había hecho en la Procuraduría para que no la sancionaran disciplinariamente meses atrás. Además, con su esposo CARLOS ROMERO, habíamos tenido negocios y yo le había anticipado un dinero por estos negocios, los negocios no se pudieron hacer pero él si se quedó con la plata, como cosa rara, entonces me comunico con el DR ROMERO a través de un amigo, porque para ese momento se acabaron las reuniones con los políticos con los que hacía meses atrás me hacían venia ya sea por política o por recursos, debido a la campaña mediática en contra mía”.
Declaraciones, aclaro, que ya han sido ventiladas en algunos medios. Por eso sería bueno que la doctora Clara López le respondiera a la opinión pública sobre estas denuncias. ¿Es cierto, como dice, que la salvó de ser sancionada disciplinariamente por la Procuraduría? ¿Conoció usted al contratista? ¿Sabía sobre los acercanientos de su esposo con Julio Gómez?
Y por su parte, sería bueno también que Julio Gómez le diera a la opinión pública más detalles de esos episodios que menciona. ¿Qué tan cercano era de Clara López? ¿Por qué la iban a sancionar disciplinariamente en la Procuraduría? ¿Cuál era el supuesto negocio que concretó con Romero? ¿Cuánta plata supuestamente le dio? ¿Ya denunció estos hechos a la Fiscalía? ¿Va a ampliar su declaración al respecto? ¿Tiene pruebas?
Yo comparto plenamente las inquietudes que expresa Camila Zuluaga en su carta abierta a Clara López, en el sentido de que: “Usted perteneció a una de las administraciones más corruptas que ha tenido Bogotá y el país, y convivió – sin saberlo según ha informado muchas veces- con las “coimas” y repartija de contratos para robar a la ciudad. A pesar de eso, nadie le ha dicho que tiene las manos untadas, ni siquiera se le ha dicho que podría haber sido incompetente por no haberse dado cuenta de semejante escándalo con el que convivía siendo Secretaria de Gobierno de Samuel Moreno y caminando durante muchos días los pasillos del Concejo de Bogotá, donde se gestaron los más grandes “chanchullos” para desangrar la capital. Hemos aceptado que, como dice su aliado político que le ocurrió a él, “fue a sus espaldas””.
Y es que nunca se me podrá olvidar la manera tan radical con que Clara López atacó a Gustavo Petro cuando denunció desde el Congreso el Carrusel de la Contratación, y que de hecho motivó la salida de Petro del Polo, el movimiento que el mismo fundó. Así como defendió a capa y espada la administración de Samuel Moreno ante las acusaciones de los medios a los que replicó con vehemencia, a las cuales señaló de persecución política, como lo hace nuevamente ahora. Y del cual (Moreno) muy sagaz e inteligentemente supo tomar distancia cuando se dio cuenta de que la hecatombre de la administración de la que hizo parte fundamental como Secretaria de Gobierno era inevitable.
