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Sujeto a la Ley. Así se interpreta la decisión tomada por el Ministerio de Agricultura de devolverle la parafiscalidad ganadera (que se paga por carne y leche) a su administrador por más de 22 años, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán).
La decisión de la cartera agraria, obviamente, levantó sus ronchas, en la medida que en la cabeza del gremio está la figura de José Félix Lafaurie, detractor de primera línea del gobierno Santos, de sus acciones y del proceso de paz.
Además, en el mismo tinglado está el excontralor general de la República, Edgardo Maya Villazón, quien tiene una rencilla personal con Lafaurie, desde hace más de cuatro décadas, por un dinero que Maya no le pagó.
Vale la pena aclarar, para los no entendidos, que la parafiscalidad es una plata que se paga al momento de entregar un animal a una planta de sacrificio o al vender la leche a la pasterizadora.
No es un impuesto y no va a las arcas de la Nación para ser parte del presupuesto; en este caso, Fedegán es el administrador de los dineros, siempre bajo la supervisión y aprobación del Gobierno.
Así las cosas, no se trata de ‘plata de bolsillo’ como ha querido mostrarse, pues sin la presencia del Ministro de Agricultura o su delegado, la junta que administra los dineros no puede sesionar y, por ende, tampoco deliberar y decidir.
Los pagos equivalen al 0,75% sobre el precio de litro de leche vendida por el productor y al 75% de un salario diario mínimo legal vigente por cabeza de ganado al momento del sacrificio.
Entre otros, los dineros retornan a los ganaderos representados en programas de comercialización de carne y leche destinada a los estratos sociales de medianos y bajos ingresos, apoyo a las exportaciones y a cofinanciar la inversión en infraestructura física y social en las zonas productoras.
Esos recaudos se destinan también a la investigación, capacitación y asistencia técnica al sector pecuario, buscando mayor producción y productividad.
En diálogo con este blog, el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, hizo algunas aclaraciones, adicionales a lo que ha comentado en otros medios de comunicación del país durante este primer puente festivo del año.
¿Están cuantificadas las pérdidas que ocasionó esta medida tomada por el Gobierno anterior?
Son incalculables, en la medida que la parafiscalidad sufragó una parte sustantiva para lograr que el país fuera libre de aftosa con vacunación. Eso costó algo más de 1,249 billones de pesos, fuera del costo del biológico (vacuna) que fue pagado por los ganaderos a lo largo de más de 22 años de estar en este proceso de vacunación.
La declaratoria de ‘libre de aftosa’ se logró en el año 2009 y se mantuvo, justamente, hasta el año pasado, tras los incidentes que ocasionaron unas campañas programadas y ejecutadas desde Fiduagraria, por intervención que hizo el Ministerio de Agricultura, equipos politizados y construidos más a base de clientelismo y de corrupción, que de gente técnica que realmente pudiera responder por las campañas.
La falta de protección inmunológica terminó en lo que ya conoce el país (un brote de aftosa).
¿Los ganaderos establecerían demandas judiciales en contra de esas decisiones?
Fedegán ya interpuso las demandas correspondientes ante el Tribunal Contencioso Administrativo y algunas de carácter penal por abuso de los funcionarios del Gobierno (Santos); una en particular (por prevaricato) en contra del viceministro de Agricultura, el señor Pineda (Juan Pablo Pineda, viceministro de Asuntos Agropecuarios del Ministerio de Agricultura), quien en dos ocasiones impidió que la junta del Fondo Nacional del Ganado pudiera probar la reestructuración, tanto de dicho Fondo como de Friogán; no obstante hubo una proposición de 7 a 9 miembros, firmada, que se puso de presente al Gobierno Nacional.
¿Hay responsables directos (personas naturales) culpables de estos hechos?
Por su puesto que hay personas naturales responsables de estos hechos. El principal es el señor Iragorri (el exministro Aurelio Iragorri Valencia) quien habilitó una serie de escenarios que terminaron afectando la ganadería y, por supuesto, el desarrollo de aquellos programas con los que veníamos trabajando en favor de mejoras en la productividad y bienestar de los ganaderos de Colombia.
¿En Fiduagraria quedaron dineros remanentes de los ejercicios anteriores?
No sabemos exactamente cómo están las cuentas que, a lo largo de estos tres años se ejecutaron en lo que ellos denominaron ilegalmente como la ‘Cuenta Nacional de la Carne y la Leche’, pero con la entrega (que ya se surtió) de los recursos y de las actuaciones que tuvo en su momento la parafiscalidad, pues obviamente, habrá que indagar en qué se gastaron las platas durante estos últimos tres años.
¿Si se liquidó el Fondo Nacional del Ganado (FNG), habrá necesidad de constituir un nuevo ente jurídico similar?
No sé si sea necesario constituir o no un nuevo ente. Entre otras cosas, porque el decreto de nulidad en el Consejo de Estado deberá resolver qué hacer. Lo que sí resulta extraño es que un organismo o una cuenta parafiscal creada por Ley pudiera haber sido (a través de un proceso judicial, en la Superintendencia de Sociedades) liquidado. Este es un tema jurídico de la mayor trascendencia y, al mismo tiempo, de la mayor envergadura que en su momento habrá que dilucidar.
Por lo pronto lo que quedan son las normas de la Ley 89 de 1993, la Ley 101 y los decretos que expidió el Gobierno en su momento para reglamentar la parafiscalidad (https://www.fedegan.org.co/normatividad/parafiscalidad), que son las que darían soporte al desarrollo de las actividades que tendrá que hacer el Fondo Nacional del Ganado con los recursos que recaude a partir del 5 de enero de este año.
¿Se podría reversar la liquidación del FNG?
No se si se pueda o no reversar. Es un tema jurídico de la mayor envergadura. Lo que claramente hay es una serie de derechos que tutela la Ley de los que no se tiene precisión cuál tiene prioridad sobre otros. Pero bueno, trabajaremos con el instrumento que fija la Ley 89 de 1993.
¿Fedegán restablecerá todos los programas que tenía alrededor de la parafiscalidad?
Sí. Fedegán, necesariamente, tendrá que restablecer buena parte de los programas que tenía, empezando por el más importante que es hacer campañas rigurosas técnicamente de vacunación para lograr conjurar la situación a la que llevó el Gobierno Santos y, por supuesto, otra serie de actividades que permitan la transferencia de tecnología, un mejor encadenamiento, que finalmente son las razones por las cuales se creó la Ley y así quedó establecido en los artículos que se corresponden con el objeto de la parafiscalidad ganadera.
¿Cuáles serán las acciones para lograr de nuevo el reconocimiento de Colombia como país libre de aftosa con vacunación?
Empezamos, como ya el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) decretó con una campaña que comenzará el 14 de enero, que deberá hacerse en toda la frontera, en la zona de contención, de tal manera que nos permita elevar el nivel de protección inmunológica de cera de 7 millones de cabezas de ganado que se encuentran en esa área.
Esto servirá también de contención a un eventual flujo de contrabando que llegó y que podría estar llegando de Venezuela, de tal manera que pueda aislar un virus que esté circulando.
Un tema que quiero destacar es la ley 1994 que el Gobierno firmó sobre abigeato, en el que no solo se aumentan las penas, sino que cuando se presente este delito pueda hacerse la extinción de dominio de vehículos y los bienes muebles e inmuebles (fincas) que se involucren en el delito.
¿Fedegán hará el lobby necesario para restablecer los mercados de la carne que hayan cerrado sus puertas a Colombia?
Ese es el principal propósito. Creo que de nada se hace vacunando o por mejorar los aspectos sanitarios del hato colombiano si eso no lleva la promesa de valor implícita, exportar. Hace unos cuatro o cinco años abrimos los mercados de exportación al Medio Oriente; hoy tenemos unos retos superiores como el de abrir el mercado de los Estados Unidos y otros mercados emergentes como China.
El propósito de Fedegán y del Gobierno en esta nueva etapa del Fondo no es otro sino el de tratar de llegar a otros mercados y mejorar el ingreso y la disposición de productos ganaderos en otros mercados internacionales.
Con respecto a Friogán, ¿cuál es su situación actual?
Finalmente, Friogán no se liquidó. Hubo inversionistas que terminaron por comprar las acreencias a los bancos y las capitalizaron; eso hizo que se redujera la participación que tiene la parafiscalidad (Fondo Nacional del Ganado) en ese instrumento tan poderoso como son las plantas de sacrificio.
Vamos a ver ahora cómo logramos avanzar en ese frente. Supongo que en la próxima asamblea (de accionistas de Friogán) rescataremos una parte del manejo que se tenía sobre Friogán. Lo importantes es que las plantas le sirvan a la ganadería colombiana.
