Arte rupestre

Colombia es un país que aún no se ha dado cuenta de la inmensa riqueza cultural y patrimonial que le dejaron sus antepasados.

Hay que tener en cuenta que el 40 por ciento de los turistas escogen un destino, por el legado cultural que puede encontrar y la historia que puede descubrir. Nuestro país, es uno de esos escenarios en donde la cultura prima y podríamos decir que es y sera un eje fundamental para su visivilización y promoción.

Un gran ejemplo de esto es Cundinamarca, un lugar,  donde a tan solo pocas horas de Bogotá, cientos de piezas de arte rupestre están inmersas  por todo el territorio, en campos abiertos, fincas campesinas y diferentes espacios rurales .

Sutatausa una región ubicada en la Provincia de Ubaté, esconde uno de los tesoros más grandes en arte rupestre del territorio, sus grafias, se dice que  las hicieron los Muiscas hace más de 100 años.

Por otro lado, también está Tocaima un municipio el cual se destaca por sus petroglifos que se encuentran plasmados en las diferentes zonas rocosas que cuentan historias sobre como vivían las tribus Tocaimas, Anapuimas, Suitamas, Lachimíes y Síquimas quienes habitaban lo que anteriormente se conocía como la nación Panche. (Muñoz, 2001)

Para incentivar el turismo cultural en esta región es necesario, como primera instancia que las instituciones locales incentiven buenas prácticas, para conservar tradiciones y costumbres. Es necesario, igualmente,  hacer que la comunidad sea consciente del valor que tienen estas piezas e implementar , políticas de   conservación y cuidado.

El Programa Patrimonio Mundial y Turismo Sostenible de la UNESCO quien tiene como principal objetivo proteger los sitios de patrimonio mundial y garantizar que este contribuya al desarrollo sostenible de las comunidades, puede ser el actor que nos apoye en su conservación y nos oriente en la manera como debemos cuidar estas joyas ancestrales

Esta tarea, de hacer valorar nuestra cultura, y fortalecer el orgullo por nuestras raíces, no es una labor solo del gobierno nacional y regional, sino de todos nosotros como colombianos, quienes debemos seguir promocionando a nuestro país, como un territorio rico, no solo en biodiversidad, sino también en cultura y patrimonio.