Foto por Ricardo Uribe

 

Colombia es uno de los países que cuenta con el mayor número de aves en el mundo, con un registro aproximado de 1.932 especies, equivalentes a un 20% de las existentes en todo el planeta, le sigue Perú con 1839, luego Brasil con 1.863, Ecuador con 1.686, Bolivia con 1.348, Venezuela con 1.378 y México con 1.110. (SACC :2019), con alrededor de 1.000 especies se encuentran China, India, Inglaterra, Estados Unidos y España.

 

Este aviturismo es de gran impulso para el desarrollo del país, ya que puede generar más 9 millones de dólares de ganancias al año y más de 7.500 nuevos puestos de trabajo. Lo que, si es claro es que el aviturismo debe tener como fin fomentar la conservación integral de los ecosistemas y el desarrollo económico de las comunidades rurales del país, como lo señala Carlos Mario Wagner-Wagner, director de la Feria Internacional de las Aves-Colombia Bird Fair, “Capacitar a las comunidades e involucrarlas en este sector, es una oportunidad enorme que cambiaría la calidad de vida de miles de colombianos”

 

Aún no hay datos oficiales sobre el número de ‘pajareros’ que llegan a Colombia. Pero ProColombia calcula que gastan entre 1.800 y 4.000 dólares promedio, en un plan de estadía de 10 a 15 días.  Según Carlos Mario Wagner a Colombia le hace falta más apoyo estatal y privado, infraestructura de servicios y guías bilingües especializados en aves para ser más competitivos a nivel internacional, en este aspecto países como Perú y Ecuador llevan ventaja”

 

Esta claro que el fortalecimiento de las comunidades tiene en el avistamiento de aves una gran oportunidad, lo han señalado por varios años expertos en desarrollo de estrategias de conservación y desarrollo económico local. Esto podria ser viable implementando una estrategia colaborativa multisectorial que implicaría tres pasos:

  1. Colombia debe apoyarse y tener aprendizajes de países como Costa Rica, Perú y México donde el avistamiento de aves ha tenido éxito y tradición.
  2. Se debe implementar una alianza público-privada, uniendo entes territoriales y organismos gubernamentales y no gubernamentales; con empresas privadas del sector turístico que trabajen de la mano con universidades nacionales y extranjeras para que logren ampliar conocimiento, infraestructura, difusión y promoción.
  3. Capacitar a la comunidad de los lugares de avistamiento de aves, con información detallada de las especies para que logren fácilmente identificar desde su color, constitución y hasta sus sonidos.

Es así como podemos ver que Colombia es un país lleno de riqueza cultural y biodiversidad, que debemos aprovechar para hacerlo conocer e incentivar el turismo para el desarrollo económico del país.

 

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