Foto de tomate agricultura

Cuando nos referimos a la agricultura se deprenden un sin número de temas, su evolución con el paso de los años, la llegada de la tecnología y su aporte al PIB de cada país han hecho que tenga más importancia en los temas de la agenda nacional e internacional.

Hay un tipo de agricultura que llama mucho la atención y es la biodinámica, ya que esta agrupa una serie de prácticas dentro de lo que se conoce como agricultura ecológica. Esta nació en 1924 de la mano de Rudolf Steiner y se dio como respuesta a una petición de los agricultores, que se percataron de las condiciones de degradación del suelo, las cuales causaban un deterioro en la salud de las personas que consumían estos alimentos, la calidad de los cultivos y el ganado por el uso de fertilizantes químicos.

 

La agricultura biodinámica se diferencia de otros tipos de agricultura ecológica en el uso de preparados vegetales y minerales como aditivos de compost y aerosoles para terreno, así como el uso de un calendario de siembra basado en el movimiento de los astros. En este caso los fertilizantes artificiales, pesticidas y herbicidas tóxicos son estrictamente evitados.

Según el estudio: “Agricultura también en el desierto”, realizado por el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia, la agricultura biodinámica utiliza de forma responsable los recursos naturales, sin emplear sustancias químicas como fertilizantes, pesticidas o transgénicos.

Este tipo de agricultura, además de respetar el medio ambiente y la biodiversidad, incluye una dimensión espiritual en la relación entre el hombre y la tierra, trabajando en armonía con las fuerzas cósmicas. Esto significa que el huerto o la granja es un organismo vivo y autosuficiente, formado por todos los animales y plantas que habitan en él. Cada uno de ellos se conecta e interrelaciona con los demás a través del cosmos, recibiendo la influencia de fuerzas naturales como la luna, el sol, los ciclos del día o las estaciones.

De esta forma es que se logra optimizar las cosechas, y se consiguen plantas más fuertes y vitales, determinando el mejor momento para el sembrado, la cosecha o la rotación de cultivos.
También, se utilizan compostajes especiales con preparados homeopáticos y biodinámicas para aumentar la fertilidad y controlar las plagas de forma natural. Tanto la cosecha como la recolección se realizan de forma manual.

En la actualidad, la agricultura biodinámica es pionera en Egipto e Israel. Las ventajas ecológicas y sociales de aprovechar zonas desérticas para su uso agrícola son destacables. En primer lugar, los suelos se vuelven más fértiles y se reduce la erosión en ellos. En segundo lugar, parte de los efectos del calentamiento global son mitigados.

Desde un punto de vista social y económico, las prácticas agrícolas en el desierto lo convierten en suministrador de alimentos y de ingresos económicos, lo que repercute sobre todo en las condiciones de vida de las clases menos favorecidas haciendo que  la población local que habita en zonas desérticas vean un mejor futuro y no migren a las grandes ciudades para subsistir.

Para el caso de Colombia donde afortunadamente no nos faltan alimentos y somos bendecidos por tierras fértiles, hay algunos lugares donde padecen de tierras aptas para siembras, y la agricultura biodinámica es una opción viable en tierras secas, como algunos territorio del Huila, la Guajira y los llanos Orientales. Nuestros campesinos quienes están muy conectados con el sol y la luna para la agricultura, muy seguramente les sería fácil traer sabiduría ancestral y conexión  tierra-espiritualidad y hacer un eco sistema vivo, eficiente y sustentable.

Características  de la agricultura biodinámica: