La llegada del nuevo coronavirus nos tomó por sorpresa a todos. Analistas, estrategas, académicos, emprendedores, y en general todos los que habitamos la tierra jamás nos imaginamos que una pandemia llegaría a cambiarnos la forma en la que vivimos, y peor aún, impactar directamente nuestros trabajos, proyectos sueños y metas.

Aunque esta realidad no la podemos cambiar, nos compete a nosotros como ciudadanos adoptar medidas que permitan que la situación sea más llevadera y de esta manera evitar que el virus se siga propagando, como lo es el aislamiento preventivo que muchos gobiernos implementaron dentro de sus estrategias.

Sin embargo, el cambio de rutina ha generado diferentes emociones en las personas, desde desespero, tristeza, zozobra, angustia, euforia, entre otras, ya que muchos de nosotros no estábamos preparados para afrontar una cuarentena.

Por eso, en mi entrada de hoy quiero darle algunos consejos a los emprendedores que se han visto afectados por esta situación, ya que sus negocios han tenido que dejar de operar o bajar el ritmo de producción.

Es importante saber que la neurociencia ha demostrado que, si decidimos a partir de nuestras experiencias, intuición, aprendizajes y emociones, se cambiará la forma en que pensamos, y si hacemos esto, automáticamente estamos cambiando la manera en que sentimos.

Teniendo en cuenta lo anterior y pensando que, si el resultado del crecimiento individual y de nuestros emprendimientos depende del periodo de la crisis para reinventarnos, los beneficios post-crisis serán grandiosos.

Pero hay que ser consientes que en estos tiempos de incertidumbre muchas preguntas llegan sin respuesta y por eso quiero compartirle a los emprendedores algunos consejos que deben tener en cuenta para hacer más llevadero este momento.

1. ¿Cómo respondo a la urgencia que la crisis está exigiendo?

 Estamos en un periodo en el que el estudio, la planeación y la redefinición de los procesos es fundamental. Es una época para rediseñar nuestros productos hacia la sostenibilidad, la inclusión y el mayor consumo de lo local.

No es momento de preocuparnos sobre ¿cuánto tiempo más va a durar la cuarentena? esto no está en nuestras manos, tampoco debemos estar quejándonos por estar en casa, lo que sí está en nuestras manos es adaptarnos a este nuevo estilo de vida y al teletrabajo, por el tiempo que el gobierno lo de dictamine y sea necesario. Debemos dar uso a esta situación de manera inteligente, calmada y sensata.

La neurociencia descubrió que nuestro cerebro es fundamentalmente un órgano adaptativo. Se denomina “neuroplasticidad” a la capacidad del sistema nervioso para modificarse o adaptarse a los cambios.   Este mecanismo permite a las neuronas reorganizarse al formar nuevas conexiones y ajustar sus actividades en respuesta a nuevas situaciones o a cambios en el entorno. Diversos experimentos mostraron que el sistema nervioso tiene la capacidad de modificarse y cambiar incluso en la edad adulta. Por ende, tenemos toda la capacidad para ajustarnos a la nueva realidad.

2. ¿Conviene accionar o debo o esperar?

 Es humanamente normal que estemos en momentos de angustia y que tengamos dudas frente al presente y futuro de nuestros emprendimientos. Dice la neurociencia, que cuando nos sentimos en situaciones de peligro huimos, es lo normal imaginarnos escenarios difíciles, nos volvemos pesimistas y eso nos impide pensar a largo plazo. Los esquemas mentales, en tiempo de crisis según Mateo Niro, —especialista en glotopolítica y licenciado en Letras en la Universidad de Buenos Aires—, se encuentran influenciados por las situaciones, es así como los seres humanos, por instinto de supervivencia buscamos huir cuando nos encontramos en situaciones de peligro, amenaza o riesgo, y nos acercarnos a lo placentero, seguro y conocido.

Entonces si bien el instinto de supervivencia nos lleva a huir. Debemos dejar ese instinto animal y esforzarnos en sacar el miedo, y no esperar que esto termine para accionar. Las acciones deben tomarse hoy, aunque estemos en casa, el mundo va muy rápido, y es tiempo de prepararnos, para cuando se vuelvan a abrir los mercados a ofrecer un producto o servicio más innovador, creativo y adaptado a las nuevas necesidades de un público que sale golpeado, pero que seguramente lentamente querrá seguir disfrutando de lo que más le gustaba.

3.¿Qué pasará mañana?

Claramente, debemos prepararnos cada día para enfrentar los desafíos que     se nos van a presentar cuando todo esto termine, y no debemos desperdiciar un solo día de esta cuarentena. Es momento para lograr la capacidad de si existe un equilibrio interno, un verdadero balance entre cuerpo, mente y espíritu. Este balance, es lo que nos permitirá tener una mayor capacidad de discernimiento y comprensión para así vivir nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente, vivir en una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida.

En contraposición, una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aún no ha ocurrido, nos conduce al descuido, el olvido y al aislamiento, reaccionando de manera automática y desadaptativa.

La práctica de mindfulness o atención plena nos abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos permite trabajar en nuestros proyectos con proyección, pero desde un pacífico, aquí y al ahora, llevándonos a vivir esta crisis de una manera más tranquila y aprovechando nuestro potencial para seguir enriqueciendo nuestros emprendimientos.

Si un día tuvimos la fuerza para crear nuestro nuevo negocio, hoy debemos tener la fuerza para revisarlo, contemplarlo, agradecerlo y prepararlo para lo que se viene. En la mano de los emprendedores está gran parte de la responsabilidad, que esta economía se recupere rápidamente.

Los emprendedores somos líderes, fuertes, perseverantes y visionarios. Acuérdate que en las crisis se conocen los verdaderos líderes. Así que no hay momentos para lamentos, es tiempo para trabajar en nuestro balance como seres humanos y seguir puliendo ese sueño que hoy ya es una realidad. Ese emprendimiento que mañana te dará satisfacciones, hoy te necesita más fuerte que nunca.