Una de las mayores preocupaciones que nos ha surgido en este tiempo de cuarentena, es cómo nos vamos a recuperar económicamente, y cuánto es el tiempo necesario para esta recuperación.
Estamos en el momento perfecto e indicado para validar la relación que existe entre la mente en términos psicológicos y la economía. A lo largo de los años, muchos economistas clásicos realizaron modelos económicos de manera matemática y analítica, donde estos fueron sus primeros aliados.
La relación de estas dos disciplinas fue propuesta en La economía del comportamiento o Economía conductual por Richard Thaler, premio nobel de economía en el 2017, él logró en su mezcla de la economía con la psicologia entender muchas razones del comportamiento humano, su enfoque se reorientó a la teoria del consumidor, observando la teoría del consumo desde el punto de vista más positivo que normativo, entendiendo más como actuamos y no cómo debemos actuar.
Entre los aspectos más interesantes aprendidos en la Economía del Comportamineto, se encuentra la contabilidad mental, se puede ver como el dinero puede tener o no valor de acuerdo con nuestra percepción, en su estudio comprobó que un peso que perdemos genera mucha más frustración que la felicidad que genera ganarlo. Las pequeñas perdidas, tienen mucho más peso que las grandes ganancias.
Es por esto por lo que, en estos tiempos de crisis, debemos contextualizar las perdidas y ponerlas en contexto con la vida, sabiendo que, si un día fuimos capaces de generar algo, tenemos una posibilidad enorme de volver a hacerlo, esto nos ayuda a no sobre dimensionar las perdidas.
Thaler, en su tesis doctoral abordó el tema de la contabilidad mental en el area de la salud, concluyó que los seres humanos valoramos más lo que no tenemos que lo que tenemos, preguntó cuánto podría pagar una persona por tener un poquito de salud, y concluyó que el ser humano, si se siente sano puede llegar a negociar. Este análisis natural e intuitivo, ha llevado a que los individuos tengamos apegos, y una inercia de comportamiento de apegarnos a lo que tenemos y a codiciar lo que no tenemos, afectando el bienestar y comportamiento de nosotros, en la sociedad.
Los seres humanos tenemos una gran inercia a conservar las cosas tal y como están eso sin salirnos de nuestra zona de confort, es por eso, que las perdidas económicas generan más impacto emocional que lo que realmente es.
El gran regalo en el analisis del comportamiento humano frente a las situaciones económicas nos lleva a la gran reflexión para dejar el sesgo de aberción a las perdidas y no sobre dimensionarlas con mucha emotividad.