Foto de frutas y verduras

 

En Colombia, la biodiversidad es tan grande y amplía que muchas veces no nos damos cuenta de los tesoros que tenemos en cuanto a flora, fauna y agricultura.

Es increíble pensar que, en nuestro país, si nos lo propusiéramos, podríamos comer todos los días del año una fruta diferente. Esta diversidad hace de Colombia una de las regiones más atractivas por la riqueza de sabores y diferentes tipos de clima en las regiones del país que van desde lo tropical, templado y cálido generando condiciones optimas para el cultivo de cualquier planta frutal.

Según estudios del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt existen por lo menos 400 frutos o semillas nativas en Colombia. Sin embargo, pese a la diversidad, no todas las consumimos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los colombianos, no experimentamos, nuevas frutas, ni los productores se arriesgan a sacar producciones grandes en frutas poco conocidas, consumiendo siempre las mismas: el banano, la piña, la papaya, la naranja, el limón y el mango.

Según el DANE, durante 2019, las exportaciones de frutas colombianas llegaron a US$80,3 millones, 7% más que en 2018, cuando llegaron a US$75,1 millones. Las frutas más exportadas fueron la piña, la gulupa, la uchuva, el mango, la granadilla, la pitahaya y el tomate de árbol.

Es muy curioso pensar que a pesar que la pandemia generó un descenso generalizado de la economía, hay sectores que se destacan y que incluso han venido creciendo, es el caso de las frutas colombianas cuya presencia en los mercados internacionales sigue ganando relevancia.

La explicación es clara: los productos agrícolas han sido siempre de interés estratégico, con ellos, los gobiernos garantizan seguridad alimentaria a sus habitantes y por eso todos los segmentos de la cadena de frutas se han mantenido activos, inclusive en lo más duro de la pandemia.

Álvaro Ernesto Palacio Peláez, gerente general de este gremio, aseguró que “a pesar de la pandemia, las exportaciones de frutas y hortalizas han tenido un crecimiento promedio del 15 % comparado con el mismo periodo del año anterior. Incluso revisando el comportamiento de la actividad agrícola, encontramos que, entre enero y septiembre, hay productos que aumentaron significativamente sus ventas con respecto al mismo periodo en 2019, por ejemplo, mangos procesados y conservados creció un 27 %, el aguacate 26 %, la lima ácida Tahití 25 %, las naranjas frescas o secas 18 % y los plátanos frescos 18 %”

Ahora bien, ya siendo más consientes del gran patrimonio que tenemos en variedad de frutas gracias a nuestros diferentes climas, hay una oportunidad de negocios, tomando la fruta como materia prima, uno de ellos son las mermeladas, se define a la mermelada de frutas como un producto de consistencia pastosa o gelatinosa, obtenida por cocción y concentración de frutas sanas, adecuadamente preparadas, con adición de edulcorantes, con o sin adición de agua, la fruta puede ir entera, en trozos, tiras o partículas finas y deben estar dispersas uniformemente en el producto.

Las mermeladas, son una excelente manera de iniciar nuestro propio proyecto de emprendimiento, no necesitamos ser productores de frutas, ni tener grandes extensiones de tierra y cultivos para emprender, desde casa podemos incursionar en el maravilloso mundo de mermeladas caseras, en nuestro país las frutas se consiguen en todas partes y a precios muy asequibles, así que podemos experimentar sabores nuevos, mezclas nuevas con productos innovadores y mezclas diferentes que quizás muchos se animarían a probar, solo que aún no están en el mercado.

Un nicho importante, hablando de este tema, son sin duda, las mermeladas orgánicas. En su receta usan materia prima orgánica y métodos de elaboración basados en producción orgánica, es un producto puro y extraordinariamente sano. Si se cumplen con todas los estándares podríamos incluso solicitar una certificación para el producto, e ingresar al exclusivo mercado de los productos orgánicos.

Según PROEXPORT, lo más importante si se desea incursionar en este mercado, es comprar frutas que se cosechen en cultivos de fruta orgánica, que certifiquen que disminuyen la contaminación de aguas y suelos y que usan fertilizantes orgánicos. La principal ventaja que presentan estas frutas orgánicas es la ausencia de restos de pesticidas.

Lo interesante es que si incursionamos en este emprendimiento, además de tener una fuente de ingresos interesante, estaríamos apoyando las Buenas Prácticas Agrícolas en el país, Esto se logra mediante un manejo adecuado en todas las fases de la producción, debemos ser cuidadosos desde la selección del terreno donde compramos las frutas, revisando la siembra, viendo el desarrollo del cultivo, la cosecha, y posteriormente crear un empaque que sea amigable con el medio ambiente y así implementar practicas sostenibles hasta que llegue al consumidor final.

Con estos emprendimientos, estaríamos promoviendo la conservación y promoción del medio ambiente con producciones rentables y de calidad aceptable, y además estaríamos manteniendo  la seguridad alimentaría

Esta oportunidad, que demanda más cuidado que ir solo al supermercado y comprar las frutas, sin duda se alinea con la evolución de la agricultura mundial, si incursionamos en estas buenas practicas, nos estaríamos alineando, hacia modelos más eficientes y sostenibles, en términos ambientales y económicos, en este modelo claramente, adquiere una mayor importancia la inocuidad y la calidad de los sistemas de producción.