POR:  Raquel Céspedes. Consultora en Compliance

Con ocasión de la reciente expedición del Estándar Internacional  que contiene  lineamientos voluntarios para establecer un Sistema de Gestión en el Cumplimiento (ISO 19600 de Diciembre 15 de 2014),   bien vale la pena plantear si el entorno corporativo se está inundando de Sistemas  (algunos voluntarios otros obligatorios) que al final contribuyen para el logro de los objetivos y planes empresariales;  o si por el contrario entraban su funcionamiento y atentan contra el alcance de los resultados.

Sobre el particular,  considero que esta nueva publicación contiene elementos integradores de otros sistemas, hacia un fin último que no es otro que el de la correcta y diligente Gestión Empresarial.

Como comentado,  desde la perspectiva metodológica  este nuevo estándar 19600 se adapta a los aspectos propios de la ISO de mejoramiento continuo (planear, hacer, revisar y actuar);     reconociendo como punto de partida  la asimilación de  la  formulación  de los valores, objetivos y la estrategia.  

Y acá,  no hay que perder de vista que dicha formulación puede ser más comprensiva y acertada para una Empresa que cuenta con un Sistema de Gobierno Corporativo que ha  establecido claramente los alcances de los roles de dirección, gestión y control.

No sobra señalar que dicha comprensión constituye el punto de partida  común para cualquiera de los Sistemas,   llámese de Calidad,  RSE,  Compliance y  Gobierno Corporativo.

Luego cada uno de los Sistemas levantarán los temas relevantes que permitan el logro los objetivos y de la estrategia,  desde la estructuración de las políticas,  procesos y procedimientos (calidad),  desde de la respuesta a las necesidades de los Grupos de Interés, respondiendo a las bases de una RSE (concepto de materialidad),   y desde los posibles riesgos a los que se expone por ejecutar la actividad que realiza de acuerdo con el modelo comercial (compliance).

Parecería con el anterior planteamiento que  si las Empresas,  dependiendo de su tamaño, su sector, su actividad logran diseñar los contenidos adecuados,  los Sistemas  podrán retroalimentarse y no ser considerarse mundos independientes dentro de la gestión o peor aún  sólo tareas adicionales que los funcionarios deben asumir.

Y es que un diagnóstico sobre los riesgos de cumplimiento impacta a los procesos y procedimientos establecidos o bien validándolos o mejorándolos y por supuesto que genera una serie de acciones enfocadas a los  Grupos de Interés que deberán verse reflejados en los programas de RSE.