Por: Marco Hernando Bonilla Martínez – Economista – Colaborador de www.auditool.org
El Control Fiscal está definido como “una función pública, la cual vigila la gestión fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes del Estado en todos sus órdenes y niveles”.
Este modelo de control fiscal no es diferente al que usualmente se aplica en países latinoamericanos, dada cuenta que el mismo obedece a las normas de auditoría aceptadas internacionalmente, y su principal función es la de preservar que los recurso provenientes de los usuarios a través de los tributos, sean empleados por parte de la administración pública, en satisfacer las necesidades básicas de la población en términos de seguridad social, vivienda, empleo, infraestructura, vial, saneamiento básico, medio ambiente, recursos naturales, seguridad entre otros, por lo que hace de ésta labor, un disciplina absolutamente especializada, en la medida que estamos hablando de recursos públicos y diversos sectores de la economía y de la sociedad.
El control fiscal que ejerce la Contraloría General de la República, es la misma auditoría externa que realiza otras empresas de auditoría, pero en el sector privado.; la diferencia estriba en que esta entidad (CGR), fue creada para realizar auditoria a entidades del estado o quienes reciben o manejan fondo y bienes públicos; de tal suerte que su propósito como su metodología y razón de ser es exactamente igual de cualquier tipo de auditoría; la única diferencia es que los clientes son entidades públicas.
Entonces es claro, que al abordar la responsabilidad que al organismo de control le corresponde, requiere en primera instancia, conocer de manera detallada el tipo de entidad objeto de auditoría, es decir si es un establecimiento público, una empresa industrial y comercial del estado, una sociedad de economía mixta, para que desde el análisis de la misión, de sus objetivos, políticas, estrategias y especialmente de la normatividad que le aplica, poder escoger las cuentas, procesos, y áreas misionales indispensables a considerar en el proceso de planeación y como punto de partida en la conformación del equipo de trabajo necesario, especializado y competente para asumir con responsabilidad la función pública asignada por la Ley y de acuerdo con las normas de auditoría previstas para organismo gubernamentales.
De ahí la necesidad de conocer de manera general pero precisa las funciones, competencias, responsabilidades, roles, y demás actuaciones de la ADMINISTRACIÓN PÚBLICA como quiera que para el caso de la Auditoría, la administración pública es una macro-organización, concebida constitucionalmente para administrar de manera eficiente eficaz, económica, equitativa y ecológica los recursos del estado a través de todas y cada una de las de las entidades que hacen parte de ella, como son los Ministerios, Los Departamentos Administrativos, entidades descentralizadas, entidades territoriales de todo orden, especialmente de servicios, que como anteriormente se anoto administran bienes y fondos públicos.
Veamos, entonces cuales son los aspectos más importantes a considerar en un proceso de control fiscal en entidades públicas:
La naturaleza de la entidad: A través de ella se logra establecer la forma de creación jurídica y administrativa, tipología de entidad y la razón para la cual fue creada.
Misión: Indica de manera clara el objeto de la entidad y punto de referencia de todas sus actuaciones.
Normatividad: Lineamiento legales de su actuar y marco de referencia de su alcance operativo, administrativo, y contable y jurídico.
Estructura Orgánica: Árbol de decisión, basada fundamentalmente en áreas que proporcionan el quehacer misional de la entidad.
Memoria institucional: datos estadísticos y demás información como consecuencia de la gestión pasada y de su entorno.
Estados Financieros: Registro de cuentas activas y pasivas; especialmente se debe considerar las cuentas misionales según la tipología de la entidad.
Presupuesto: Instrumento de planificación financiera y de gestión; como indicador de la ejecución de los gastos e inversiones realizados en un periodo.
Planes y programas: Compromisos adoptados como metas y punto de referencia de la actividad pública de la entidad, en concordancia con el presupuesto aprobado y ejecutado.
Evaluación del control interno: Calidad de los diferentes elementos que hacen parte del sistema de control interno de la entidad, a nivel de sistemas de información y comunicación; perfil y compromiso del talento humano; administración del riesgo; procesos y procedimientos, documentación, quejas y reclamos, procesos judiciales entre otros, en razón a los principios de autocontrol, autoregulación, autogestión.
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Del Autor: Marco Bonilla es Consultor y Asesor en los procesos de Auditoría con enfoque integral, Auditoría interna de Calidad, ISO 9001 de 2008 y NTCGP 1000:2009, con más de 20 años de experiencia. Conferencista nacional, consultor internacional en procesos de Control Interno orientados al mejoramiento de las organizaciones. Docente Universitario- Auditorias, control interno y Hacienda Pública. Economista, especialista en auditoria, control interno y pedagogía y docencia Universitaria. Colaborador de Auditool
Blog de Marco Bonilla: http://marcontrol.blogspot.com/