Por: C.P. Vladimir Martínez R. – Director de www.auditool.org
Cada entidad tiene una misión, la cual determina los objetivos y las estrategias necesarias para alcanzarlos. Los objetivos pueden ser establecidos mediante un proceso estructurado o informal dependiendo de la entidad, y junto con la evaluación de los puntos fuertes y débiles de la entidad y de las oportunidades y amenazas del entorno, define una estrategia global.
Es responsabilidad de la Administración y la Alta dirección establecer los objetivos del negocio y es necesario fijar los objetivos con carácter previo al diseño e implementación del sistema de control interno, con el fin de controlar y mitigar de manera adecuada los riesgos que afectan a dichos objetivos. Los objetivos deben complementarse, estar relacionados entre sí y ser coherentes con las capacidades y expectativas de la entidad y las unidades empresariales y funciones. Establecer objetivos es un requisito previo para un control interno eficaz. Los objetivos proporcionan las metas medibles hacia las que la entidad se mueve a desarrollar sus actividades.
Esta responsabilidad está establecida en los procesos de la administración, como se presenta a continuación:
• Determinar los objetivos estratégicos y seleccionar la estrategia dentro del contexto de la entidad establecido en su misión y visión.
• Establecer los objetivos de la entidad y desarrollar la tolerancia al riesgo basado en los requerimientos de la entidad según las circunstancias.
• Alinear los objetivos con la estrategia de la entidad y el apetito general del riesgo.
• Establecer los objetivos y sub-objetivos para la entidad y sus sub unidades según sean las circunstancias.
El Marco integrado de control interno COSO establece tres categorías de objetivos que permiten a las organizaciones centrarse en diferentes aspectos del control interno. Estas son:
Objetivos operativos: Estos objetivos se relacionan con el cumplimiento de la misión y visión de la entidad. Hacen referencia a la efectividad y eficiencia de las operaciones, incluidos sus objetivos de rendimiento financiero y operacional, y la protección de sus activos frente a posibles pérdidas. Por lo tanto estos objetivos constituyen la base para la evaluación del riesgo en relación a la protección de los activos de la entidad, y la selección y desarrollo de los controles necesarios para mitigar dichos riesgos.
Los objetivos operativos deben reflejar el entorno empresarial, industrial y económico en que se desenvuelve la entidad; y están relacionados al mejoramiento del desempeño financiero, productividad, calidad, prácticas ambientales, innovación y satisfacción de los empleados y clientes.
Objetivos de información/Reporting: Estos objetivos se refieren a la preparación de reportes para uso de la organización y los accionistas, teniendo en cuenta la veracidad, oportunidad y transparencia. Estos reportes relacionan la información financiera y no financiera interna y externa y abarcan aspectos de confiabilidad, oportunidad, transparencia y demás conceptos establecidos por los reguladores, organismos reconocidos o políticas de la entidad. La presentación de informes a nivel externo da respuesta a las regulaciones y normativas establecidas y a las solicitudes de los grupos de interés; y los informes a nivel interno atienden a las necesidades internas de la organización tales como la estrategia de la entidad, plan operativo y métricas de desempeño.
Objetivos de cumplimiento: Están relacionado con el cumplimiento de las leyes y regulaciones a las que está sujeta la entidad. La entidad debe desarrollar sus actividades en función de las leyes y normas específicas.