Por: Marco Bonilla. Colaborador de Auditool

Desde tiempos inmemoriales se concibió la figura del CONTROL, como una práctica asociada a la vigilancia, al dominio mediante el uso de la fuerza, al establecimiento del control por medios policivos, a veces bajo presiones atribuibles a manifestaciones de miedo o castigo, razón por la cual nuestras actuaciones obedecían prácticamente a tratar de hacer las cosas bajo intimidación física, psicológica o ante toda clase de repercusiones negativas.

Veamos algunas manifestaciones de esa clase de control.

Hoy, el Control es una cultura donde su esencia es el AUTOCONTROL como una actitud permanente para hacer las cosas bien en condiciones de calidad y oportunidad hacía el mejoramiento continuo, además implica planeación, organización, adecuada asignación y distribución de los recursos y la toma de decisiones acorde con la misión y objetivos de la entidad. Para ello se requiere capacitación y buen aprovechamiento de las herramientas de trabajo, como la informática y telemática, correcta aplicación de las normas y manejo oportuno de los indicadores de gestión, como una manera de actuar en forma eficiente y eficaz.

Lo anterior, presupone por ejemplo, que mientras en el pasado el Estado gastaba los presupuestos públicos de una manera improvisada y desordenada, las nuevas practicas indican que la labor debe ir encaminada a realizar un proceso de gestión cuyos resultados estén en relación con los objetivos y metas de la organización.

A manera de ilustración a continuación relaciono algunas prácticas de autocontrol:

Si bien existe diferentes definiciones y conceptos de grandes tratadistas sobre el “Control” como: Farol, Ferry, Scalon, Kootz Chiavenato, entre otros…, todos concuerdan que el Control es “una función administrativa, ya que forma parte del proceso de administración, que permite verificar, constatar, palpar, medir, si la actividad, proceso, unidad, elemento o sistema seleccionado está cumpliendo y/o alcanzando o no los resultados que se esperan.

Dada cuenta de lo anterior el control interno propende por que las empresas o instituciones además de obtener un cambio cultural profundo, cumpla con su objeto para la cual fue creada, asociada a satisfacer las necesidades y servicios de los usuarios y clientes y que sus resultados permitan dar viabilidad financiera y operacional, en razón a sus presupuestos de ingresos y gastos e inversión.

Hoy el control se manifiesta como la condición obligada, para garantizar el logro de los objetivos propuestos, por lo que se resume que el control es:

 

Hasta Pronto,

 

Marcbon/007  

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