Por: Nahun Frett – MBA, CIA, CCSA, CRMA, CPA, CFE
Si un fraude significativo ha ocurrido a lo interno de su organización, es importante que la gerencia y la actividad de auditoría hagan una retrospectiva y consideren las lecciones aprendidas. Por ejemplo:
1. ¿Cómo ocurrió el fraude?
2. ¿Qué controles fallaron?
3. ¿Qué controles fueron anulados?
4. ¿Por qué el fraude no fue detectado más temprano?
5. ¿Qué señales de alerta pasaron inadvertidas por la gerencia?
6. ¿Qué señales de alerta no fueron detectadas por auditoría interna?
7. ¿Cómo pueden evitarse fraudes futuros o cómo se les puede detectar más fácilmente?
8. ¿Qué controles deben reforzarse?
9. ¿Qué planes de auditoría interna y pasos de auditoría deben ser mejorados?
10. ¿Qué capacitación adicional es necesaria?
Tanto la gerencia como los auditores internos pueden mantener reuniones para debatir las lecciones aprendidas. Una retroalimentación dinámica en el curso de tales reuniones debe recalcar la importancia que tiene el adquirir información actualizada del perfil de los perpetradores y sobre los esquemas de fraude usados, de modo que ayude a la organización a combatir este mal.