Una reflexion sobre las posibles consecuencias y de como evitarlas en medio de tanta información.

No se si han escuchado que muchos pacientes se autodiagnostican buscando sus síntomas en Google. De hecho, para los doctores es un gran inconveniente que estos pacientes realicen estas búsquedas sobre cómo tratar sus enfermedades sin el debido acompañamiento de un médico.

Esta situación dificulta el trabajo del doctor, complicando el proceso de mejoramiento de cada paciente. Incluso, algunos llegan a no confiar en sus médicos porque no dicen lo mismo que encuentran en sus búsquedas.

Está misma problemática la vivimos quienes nos dedicamos a la consultoría en temas digitales. Yo siempre dejo claro al momento de empezar a trabajar, que para lograr un resultado existen muchas formas y caminos; por mi lado yo tengo las mías, las que conozco, las que me han dado resultado en todos estos años.

Sin embargo, algunos clientes quieren cambiar con frecuencia de estrategia, a veces porque alguien les comentó otra forma de hacerlo, o simplemente porque leyeron un artículo que decía algo diferente. Es válido y útil escuchar puntos de vista diferentes que pueden enriquecer el proceso, pero estar cambiando de dirección a medida que se escuchan métodos diferentes, no.

En Comercio Electrónico, Marketing digital y Emprendimiento, los temas en los que ofrecemos consultoría, cada quien tiene su método y su propia experiencia, pero sí una marca escoge un partner para llevar a cabo sus Estrategias, debería confiar en el. Que me diría un Cardiólogo, con amplia experiencia, si llego a la cita médica con un tratamiento ya en mente porque lo lei en internet?.

Les comparto una anécdota. El año pasado, en cada reunión que tenía con un cliente me mostraba artículos de revistas con tendencias y novedades sobre marketing que quería implementar. Era como si en cada reunión había que reorganizar toda la estrategia por lo que él encontraba en esos artículos. Jamás descartamos una buena idea, pero replantear todo cada 15 días o 30 días, no es saludable. Por respeto a mi cliente, porque en algunos casos eran exigencias, y por no aparentar un sabelotodo, acepté ejecutar varias de ellas. Mi error, mi gran error, fue hacerlo sabiendo que no me convencian del todo. Es algo que nunca volvería a hacer.

Al paso de unos meses, el vaivén de las decisiones nos habían llevado a un colapso en el crecimiento en su audiencia, pasando de 12.300 followers promedio al mes, a menos de 3.000, y un decrecimiento de casi 58% en su tráfico orgánico (por mencionar algunas). Al ver esto, pusimos en marcha un plan de choque, dejando a un lado cualquier idea que pudiera afectar el proceso, y después de varios meses y mucho esfuerzo, pudimos recuperar parte del recorrido perdido, con cifras cercanas a lo que teníamos antes de empezar a improvisar. Al término de un año, cuando el contrato había que renovarlo, decidimos no seguir precisamente porque el riesgo que ocurriera algo similar seguía vigente. Y serenamente creímos que nuestro cliente necesitaba otro tipo de Partner, que supiera manejar su pensamiento cambiante.

Creo en el Trabajo en equipo, creo en la confianza mutua, y también creo que la estrategia escogida debe mantenerse y dejar que los beneficios aparezcan con la dinámica apropiada para que el resultado sea lo más sólido posible. La buena planeación es clave para lograr los objetivos, dejando espacio para los ajustes dependiendo de lo que las métricas nos indiquen en el camino. Que el ruido no nos aleje del puerto que queremos alcanzar.