La gratitud da sentido a nuestro pasado, trae paz para el día de hoy y crea una visión para el mañana.
Melody Beattie

Profesionalmente nací y crecí en mi ANDI, son casi 30 años de mi existir en esta maravillosa organización y le doy gracias a Dios y a la vida por todo lo que he vivido y vivo con mi gremio. He aprendido a adaptarme al cambio con muchos Presidentes y Juntas directivas diversas que, a través del tiempo, me enseñaron que no lo sé todo y que por eso vale la pena aprender todos los días.

Las exigencias convirtieron los objetivos como la gran pasión y persecución del minuto a minuto; crearon la convicción de que soy sólo lo que hago no lo que haré; y ante las diferentes frustraciones entendí que puedo reinterpretarlas para descubrir algo nuevo creciendo y aprendiendo, porque como lo ha dicho el filósofo Ortega y Gasset: hasta el último segundo de mi vida seré un gerundio no un participio.

Tantos egos conocidos definieron que el trato a los demás es el absoluto reflejo de cómo nos tratamos así mismos, por eso el intento de iniciar cada día amando al ser que veo en mi espejo, para tratar a los demás como me gusta que me traten.

Es mi privilegio haber iniciado con la primera cámara sectorial de la ANDI, porque Procultivos imprimió en mi ADN que individualmente podemos lograr poco, pero en conjunto lograr todo. Además, inyectó en mi sangre que la satisfacción está en hacer lo máximo que puedo y, por ende, es clave amar lo que hago.

Por lo anterior y mucho más, gracias a Dios por ese primer día que llegué a mi ANDI Procultivos que además me enamoró de la agricultura y de mis productores del campo.

Felicitaciones mi ANDI amada, por sus 75 años de existencia; que sean muchos más haciendo país.