Su blog ‘Cultivando al Ser’ sigue verificando que en lo simple se encuentra lo anhelado. Cuántas veces hemos buscado soluciones y damos vueltas por mucho tiempo, hasta que lo simple da la respuesta y solución.
De boca de un coach escuché el siguiente caso: un marido, cada sábado y durante muchos años, jugaba fútbol y tenía la inevitable discusión con su esposa por restar tiempo a su hogar. Un día, mientras volvía a casa resignado y con más de 10 años en la misma situación, un vendedor de flores se acercó a su carro en un semáforo y le ofreció el último paquete de rosas al mínimo precio. El esposo evitó perder tiempo y le dio unas monedas, tomó el ramo y se libró rápido del vendedor.
Llegó a casa, abrió la puerta y vio a su esposa venir hacia él para el tradicional disgusto. En su mano el ramo miraba hacía el suelo esperando ser botado en cualquier lugar. Su mujer se lanzó hacía él, lo abrazó y le dijo: “¡amor me trajiste flores!, ¡gracias mi vida!”. Imaginemos el asombro del esposo: descubrió que en lo simple estaba el cambiarlo todo.
En Procultivos ANDI seguimos ‘cultivando al ser para ser la mejor cosecha’. Trabajamos con los agricultores para cambiar las prácticas agrícolas en sus cultivos de la forma más simple y con sus propias manos. Ocho mil agricultores que interrumpieron su espera en soluciones externas, cambiaron sus prácticas nutriendo y protegiendo sus cultivos, con resultados como mayores productividades, mejores rendimientos, codificaciones de sus productos para suministrarlos a las grandes superficies o a la industria procesadora.
También hemos logrado conectar a los apicultores con los agricultores que, por años, desconocían la poderosa alianza de sus actividades para alimentar al mundo. Hoy ya hay productores agrícolas con mejores productividades, de entre 40% a 70% más, por el efecto de la polinización de las abejas, mientras los apicultores ganan ofreciendo su servicio. ¡Sí señores!, los dos merecen ganar dinero, así como nuestro reconocimiento por su unión para alimentarnos.
Así que seguiremos este caminar, en lo simple está el buen andar.
¡Vamos juntos: Colombia podrá abastecer la alimentación del mundo!
Un abrazo.