¿Alguna vez te has enfrentado a la siguiente situación?: tiene un aparato, ya sea tu televisor, computadora, equipo de sonido o consola, que de repente deja de funcionar. Entonces la llevas a reparar y te dicen que su reparación cuesta más que comprar un nuevo aparato. De ser así, te has enfrentado cara a cara con la obsolescencia programada. Este término se refiere al hecho de que nuestros aparatos tiene un cierto tiempo de vida útil, después del cual es imposible utilizarlo y queda más fácil remplazarlos. Esta práctica, aunque buena para los empresarios, afecta mucho al consumidor y poco a poco nos estamos dando cuenta que afecta al medio ambiente. Aquí te decimos algunos consejos para combatirla.

Cómo combatir la obsolescencia programada

Realmente es muy importante combatir este mal del siglo XXI. Nuestro planeta lo necesita y lo está pidiendo a gritos. Algunos gobiernos, por ejemplo en Europa, han creado la etiqueta europea, la cual sirve para identificar los elementos de fácil reparación. Su objetivo es que si algo necesita ser reparado, en efecto pueda serlo y no tenga que botarse a la basura.

Otra de las formas de combatir, y realmente nos parece el medio más sencillo, práctico y funcional, es el reciclar. En el mundo, cada día, se botan miles de cientos de aparatos, vestimenta, zapatos etc., miles de objetos que se pueden reutilizar para el uso diario. Todos estos cambios no servirán si en nuestra mente no crece la semilla de la conciencia. Existen cientos de personas, alrededor del mundo, intentando pequeños cambios que, a la larga tendrán éxito, no obstante se necesita que más y más se unan.

Pensar en nuestro planeta no debe, ni tiene, que ser privilegio de pocos. Todo podemos ayudar con pequeñas acciones. Aprender a reparar nuestros aparatos genera un gran cambio, regalar nuestra ropa a alguien que de verdad la va a necesitar, utilizar elementos reciclados. Diminutos cambios en nuestra vida diaria que pueden generar un gran cambio en nuestro futuro y en el de nuestros hijos.

No podemos dejar que el dinero sea algo que domine nuestras vidas. Cuando arreglamos algo estamos combatiendo, al comprar elementos reciclados nos encontramos en plena lucha. Combatir la obsolescencia no es solamente reparar, es un estilo de vida, un vivir combatiendo pues esa es la única ley para seguir adelante. Las empresas no deben ser las encargadas de dirigir nuestras vidas.

Fuente de la imagen: jvs-informatica.com

Tipos de obsolescencia-programada

Existen diferentes tipos de obsolescencia programada, por ejemplo la generada por la moda. Es muy sencillo verla, pues cuando existe una tendencia la gente suele dejar de lado su vieja ropa y conseguir la que se acople más a la situación. Esto es preocupante porque la industria de la moda es una de las que más contamina, y al cambiar, sin necesidad, de ropa, estamos generando un círculo vicioso del cual no podremos salir.

La obsolescencia de los componentes electrónicos es la más común. Usualmente ocurre cuando algo se daña y no podemos arreglarlo, esta también se acopla con otro tipo de obsolescencia, la que trata sobre cómo las tecnologías, cada tanto van quedando obsoletas debido a la aparición de nuevos aparatos. Esto se ve mucho en el terreno de los móviles, leemos aquí, pues cada año aparece uno nuevo y las personas corren a comprarlo, dejando atrás dispositivos perfectamente funcionales.

La obsolescencia por repuestos es otro es este tipo. Resulta que con el tiempo no se fabrican más repuestos para nuestros aparatos, convirtiendo el repararlos en una tarea imposible. En el terreno de los coches se ve este tipo de obsolescencia, sobre todo en los modelos más nuevos que en poco tiempo son abandonados por uno mejor, más cómodo y costoso.