10 hábitos para mejorar la productividad y gestionar mejor tu tiempo
Nuestro día a día es un torbellino de actividades y obligaciones, y al final de la jornada nos damos cuenta de que no hemos hecho ni la mitad de las cosas que pretendíamos hacer. ¿Por qué pasa esto, nos preguntamos? ¡Si nos sobraba el tiempo!
El problema no está en la cantidad de tiempo del que disponemos, el problema está en cómo organizamos ese tiempo y cómo acabamos desperdiciando la mayoría. A veces organizamos nuestras tareas de tal forma que acaban ocupándonos más tiempo del que deberían, y ese es uno de los principales motivos por los cuales no aprovechamos el tiempo todo lo que podríamos. Sin embargo, os traigo buenas noticias: eso puede cambiar.
Aunque sé que es complicado cambiar nuestros hábitos, no dejan de ser hábitos, así que podemos adquirir nuevos. Dicen que se tarda 21 días en incorporar por completo algo a tu rutina. Si lo piensas bien, en menos de un mes habrás incorporado nuevas costumbres a tu vida que ayudarán a ser más productivo, así que imagínate cuánto aprovecharás tus días a partir de ahora.
¿Qué puedes hacer para conseguir tus objetivos?
No es necesario hacer ningún tipo de sobreesfuerzo para mejorar nuestro rendimiento, basta con incorporar una serie de hábitos a nuestra rutina que nos permitirán organizar mejor nuestro tiempo. Son hábitos muy sencillos y acabarán salvándoos la vida en más de una ocasión.
Haz una lista. La mayoría de las veces nos tiramos todo el día pensando en la cantidad de cosas que tenemos que hacer. En estos casos nuestra mejor opción es hacer una lista por escrito de esas cosas, así no estarán rondándonos la cabeza constantemente y nos distraeremos menos.
Ten objetivos diarios. Puede que tengas tu lista preparada, pero lo cierto es que la vida no siempre es fácil y hay veces que no podremos cumplir con todas las tareas. Ten claro cuáles son tus objetivos del día y céntrate en ellos, es decir, prioriza tareas.
Haz un plan de acción. Si no sabes qué es o cómo hacer un plan de acción, te lo explicamos enseguida. Un plan de acción es tener clara la meta que tienes, y anotar todo lo que necesitas para conseguirla. Es parecido a hacer una lista de tareas, pero las listas te sirven para controlar lo que tienes que hacer un día, y un plan de acción te ayuda a organizarte a largo plazo.
Conócete a ti mismo. Esto suena a mantra manido, pero es muy importante. Hay personas que estudian o trabajan mejor por la mañana, por la tarde o por la noche, y eso tiene mucho que ver con la persona. Si te obligas a ser productivo en un horario que no es lo tuyo, no te va a funcionar.
Deja el móvil. Lo sé, sé que parece que es lo más importante de tu vida, que todo está ahí y que dependes de él para hacer un montón de cosas, pero no es así. Pierdes más tiempo revisándolo cada dos minutos que haciendo algo productivo con él, así que déjalo de lado.
Descansa. Descansar no es perder el tiempo, es recuperarte, oxigenar el cerebro y volver con la energía que estabas perdiendo. Tómate tu tiempo.
No te sobrecargues. Los días tienen 24 horas, no tienen 30 ni 40. Sé realista y no pretendas hacer en un día tareas que sabes que te llevarán semanas.
Evita la multitarea. Partiendo de tu lista, haz una tarea a la vez. Si empiezas a hacer más de una al mismo tiempo pensando que las acabarás antes, te estás engañando. Lo único que conseguirás será no dar el 100% en ninguna de las dos.
Asigna un tiempo para cada actividad. Si sabes que algo te va a llevar dos horas, no intentes hacerlo en una. Solo conseguirás estresarte. Una vez aceptes que cada cosa lleva su tiempo, te darás cuenta de que esas tareas se hacen mucho más fluidas.
Practica deporte. Mucha gente huirá de esta premisa, ¡pero es muy importante! El cerebro nos mantiene activos y oxigena nuestro cerebro. Si incorporas el deporte en tu rutina te darás cuenta de que todo lo demás deja de hacérsete cuesta arriba.
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