Para un buen número de inversionistas institucionales y particulares, la solución al problema del manejo de la parte correspondiente a renta fija dentro de un portafolio se ha reducido a colocar los recursos en un fondo como “Pimco Total Return.”
El fondo es administrado por el señor Bill Gross, quien fundó la empresa “PIMCO” en 1971, y en la actualidad se desempeña además como co-director de inversiones. Dentro de una larga lista de reconocimientos, “Morningstar” lo galardonó como administrador del año en renta fija para los años 1998, 2000 y 2007. En el 2010 lo catalogó como el administrador de la década.
Efectivamente, y de acuerdo con cifras de esa empresa, su retorno anual de 6.7% durante los últimos quince años supera al 96% de los fondos en su categoría. Sus activos llegaron a superar los $260.000 millones de dólares, convirtiéndolo durante mucho tiempo en el fondo de inversión más grande del mundo.
Creado en 1987, tiene como objetivo fundamental maximizar el retorno total, con énfasis en preservación del capital. Utiliza principalmente instrumentos norteamericanos de mediano plazo con grado de inversión, pero tiene la flexibilidad de invertir globalmente en todos los sectores de la renta fija, incluyendo productos derivados.
Gracias a un poderoso equipo, se apoya tanto en proyecciones macroeconómicas como en el análisis pormenorizado de todo tipo de instrumentos, para tomar sus decisiones en cuanto a tasas de interés, monedas, países y sectores.
Es tal su importancia, que las decisiones de inversión tomadas por “PIMCO” son escudriñadas por todos los participantes en el mercado de bonos. La empresa maneja activos cercanos a $2 trillones de dólares (trillones americanos)
El hecho es que los inversionistas en el fondo retiraron cerca de $48.000 millones de dólares en los últimos doce meses, siendo este febrero el décimo mes consecutivo en que se los retiros son superiores a las captaciones. A la fecha, sus activos se han reducido a $236.000 millones de dólares.
Varios hechos lo vienen afectando.
El primero se produjo a partir de mayo del año pasado, cuando descifró incorrectamente la política de la Reserva Federal. En efecto, el gran inventario que tenía de bonos del tesoro lo dejó mal parado ante el sorpresivo anuncio de una reducción en la política de estímulos monetarios.
En el 2011 ya había sufrido un tropiezo, cuando consideró que los precios de los bonos de largo plazo habían alcanzado niveles muy altos. Sin embargo éstos siguieron subiendo, con el resultado que en ese año fue superado por el 87% de sus rivales.
El segundo, es que después de un mercado alcista que tomó treinta años, el interés por los productos de renta fija se ha visto muy afectado, a costa de un renacer en el interés por la renta variable. Cabe recordar que el rendimiento de los bonos del tesoro a 10 años aumentó de 1.76% a 3.03% en el 2013, con el correspondiente efecto adverso en los precios. Durante ese año, el rendimiento del fondo fue de menos 1.92%, viéndose superado por el 60% de sus competidores. Fue su primera pérdida desde 1999, y su peor desempeño desde 1994.
Tercero, su estilo gerencial, para muchos arrogante y polémico, tiene nervioso a más de uno. Ocasionó la reciente renuncia del muy respetado Mohamed El-Erian, director general de la empresa y co-director de inversiones.
Algunos grandes inversionistas institucionales han comenzado a buscar nuevos frentes. Otros, mientras tanto, están a la expectativa, observando de cerca cómo se desenvuelven los hechos.
El resultado es que en octubre del año pasado, el “Pimco Total Return” perdió el puesto como el fondo más grande del mundo, viéndose reemplazado por el “Vanguard Total Stock Market Index.” Maneja activos por $318.000 millones de dólares, y está invertido en acciones de cerca de 3.600 empresas norteamericanas, con un costo anual de solo 0.17%.