Es usual que a los participantes en seminarios sobre economía de comportamiento se les pregunte “¿quiénes entre ustedes se consideran mejores conductores que el promedio?”
En general, son muy pocos los que no levantan la mano.
Su origen es una publicación del sicólogo sueco Ola Svenson en 1981, relacionada con heurísticas y exceso de confianza. Quienes deseen enterarse un poco más al respecto, pueden hacerlo en https://blogs.berkeley.edu/2018/02/08/who-are-you-trying-to-fool/
En un blog anterior, vimos cómo el optimismo y exceso de confianza son temas recurrentes en el más reciente libro de Daniel Kahneman, “Thinking, Fast and Slow.” Y con respecto a su efecto en los mercados financieros, hicimos alusión a estudios cuantitativos de los profesores Brad Barber y Terrance Odean -uno de los cuales involucra cerca de 66.000 cuentas-, donde comprueban su impacto negativo en la salud financiera de los individuos.
En la búsqueda de diferenciar las acciones ganadoras de las perdedoras, con frecuencia recurrimos a los profesionales del ramo, generosamente recompensados, por cierto.
Pero ¿qué tanto saben ellos realmente sobre el comportamiento de los precios? Y ¿qué tanto creen que saben?
Estas preguntas fueron formuladas por el profesor de sicología Henry Montgomery, de la Universidad de Estocolomo, y el entonces candidato al doctorado Gustaf Torngren en 2004, en un estudio titulado “¿Worse than Chance? Performance and Confidence among Professionals and Laypeople in the Stock Market.”
Los resultados, escriben, concuerdan con las investigaciones previas, en el sentido que la experiencia, y el mayor acceso a la información, pueden resultar en exceso de confianza. “En nuestro estudio, tanto los profesionales como los legos mostraron exceso de confianza, siendo más evidente en los primeros. Los resultados sugieren que las predicciones basadas en la información que poseen no superan a las heurísticas sencillas que utilizan los legos.”
EL EXPERIMENTO
Para llevar a cabo el estudio, conformaron dos grupos, en dos experimentos independientes, con cerca de 50 participantes en cada uno. Un grupo fue integrado por profesionales voluntarios del ramo, y el otro por estudiantes de pregrado en sicología.
Se le pidió a cada grupo estimar el cambio porcentual a 30 días de los precios de 20 acciones de reconocidas empresas en ese país. Además, debieron seleccionar, entre parejas de esas mismas acciones, aquellas con los rendimientos esperados más altos en ese mismo periodo. Como información, se limitaron a suministrarles los cambios porcentuales mensuales de los precios en los últimos doce meses.
Segundo, debieron calificar en una escala de uno a diez qué tanto utilizaron las siguientes cuatro estrategias: los resultados previos suministrados, “otros conocimientos,” intuición, y adivinando).
Finalmente, se les solicitó hacer estimativos porcentuales sobre el promedio de error en sus predicciones, y sobre la precisión colectiva de su grupo y el de sus contrincantes.
ALGUNOS RESULTADOS
Como era de esperarse, previo al inicio del juego ambos grupos estimaron que los errores que habrían de cometer los profesionales serían la mitad de los de los estudiantes. En realidad, el número de errores cometido por ambos grupos fue muy similar, y muy cercano al estimado por los estudiantes.
De acuerdo con los autores, estos últimos mostraron un “moderado” exceso de confianza, habiendo proyectado un 58% de aciertos en su selección entre parejas de acciones, El de los profesionales resultó mucho más alto, habiendo proyectado un 65%.
En cuanto al número de aciertos, resulta llamativo que los profesionales solo acertaran 40% de las veces, muy bajo si se compara contra un 50% esperado por simples cuestiones de azar. Por su parte, los estudiantes acertaron 51% de las veces.
En lo referente a los pronósticos de los cambios en los precios, en el primer estudio el estimativo promedio de valorización para las 20 acciones fue de +1.9% por parte de los profesionales, y de +2.9% por los estudiantes. En la práctica, se presentó una pérdida de 3% durante el periodo.
En el segundo estudio las cifras fueron +2.8% y +3.3% respectivamente. El resultado real fue de
-6.6%.
Según los profesionales, para establecer esas proyecciones se apoyaron principalmente en su conocimiento. Los estudiantes, por su parte, respondieron que lo hicieron basándose en los resultados mensuales que les suministraron, y en el azar.
El fenómeno de exceso de confianza ha sido reseñado en sicólogos, médicos, ingenieros, empresarios, abogados, gobernantes, y administradores, entre otros. Y no solo con respecto a nuestras habilidades, sino también con respecto a nuestros conocimientos, a la precisión de la información disponible, y a nuestra capacidad de interpretar esa información.
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