Cada vez que alguien se pregunta por las decisiones que se han tomado en los últimos meses en materia comercial entre estos tres países, la razón, corriente y facilista para todos, es que los unos le ayudan a la guerrilla, los otros son ‘fascistas’, y los de la mitad un poco de los dos, pero poquito.
Sin embargo, hay sectores que entienden el tema desde un punto de vista no tan coyuntural y noticioso, y comprenden que estamos viviendo una nueva realidad geopolítica natural para el nuevo giro de América Latina, y estoy de acuerdo.
Creo que lo que le está sucediendo a Colombia es lo mejor que le pudo pasar: «Ya era hora de que el país se viera obligado a buscar nuevos horizontes en materia comercial».
Fijense como Ecopetrol acaba de cerrar un importante negocio en la India, como el Gobierno ha empezado a cerrar acuerdos valiosos en Asia y Europa. Definitivamente ni Estados Unidos, ni Ecuador, ni Venezuela, son los únicos destinos comerciales que un país como Colombia puede tener.
En estos días, en conversación con Moises Bittán, ex presidente de uno de los principales gremios en Venezuela, entendí que definitivamente la situación entre Colombia y el país de nuestro «cantinflesco» vecino Hugo Chávez, no va a cambiar. Si las cosas se arreglan luego de unos cuantas amenazas más, se van a volver a estropear. Y este juego no se detendrá hasta que alguno de los dos presidentes, bien sea de Venezuela o Colombia, permita que alguien más llegue en su reemplazo, o sea en 15 años.
En ese sentido, lo mejor para todos los sectores, es comprender la realidad geopolítica de nuestro continente, que no es mala. Por un lado, la mayoría de América Latina entendió que lleva siglos perdidos haciendo negocios por aparte, cuando con ejemplos como la Unión Europea se ha demostrado que los negocios se deben hacer en bloque. Es normal que si existan diferencias radicales en materia política y, en ese sentido, comercial, que generan un cierre de las puertas… pero para eso el mundo es globalizado y el mercado no termina en Caracas o en Quito. Por fortuna existe Europa, Asia y Centroamérica, tres grandes destinos hacia los cuales hay que apuntar por la coyuntura natural y afortunada por la que atraviesa nuestro continente.
Y para los que se preguntan por Chávez, pues como en toda gran realidad geopolítica, nada puede ser perfecto, siempre debe haber una oveja negra, o ustedes qué piensan?