A propósito del informe que presentó en estos días la Corporación Pensemos en Colombia, creada por un grupo de tolimenses en Bogotá, en el cual los empresarios del Tolima opinaron sobre la gestión de la administración municipal y departamental, pero también se refirieron a las condiciones que la región les ofrece para hacer negocios, creo que conviene hacer una reflexión sobre los estudios dados a conocer recientemente.

De hecho, el Doing Business del Banco Mundial, el índice de Desempeño Fiscal del DNP, el índice de Riesgo de Corrupción de Transparencia Colombia, el índice de Confianza en Instituciones de Cifras y Conceptos, la Encuesta de Opinión Empresarial de la Corporación Pensemos en Colombia y, ahora, el Ibagué Cómo Vamos de la Fundación Corona, permiten tener una noción general de la gestión de los entes territoriales en los últimos años.

En primer lugar, el informe Doing Business del Banco Mundial ubicó a Ibagué en el segundo lugar como la ciudad que ha adelantado acciones encaminadas a facilitar la llegada de inversionistas; por ejemplo, disminución de trámites, menor tiempo en el registro de una empresa y facilidad en el pago de impuestos.

Por otra parte, en el informe anual que el Departamento Nacional de Planeación (DNP) suele entregar sobre el desempeño fiscal de las administraciones, los últimos puestos fueron para el Tolima, Chocó, Putumayo y Amazonas, respectivamente. De hecho, el 25 por ciento de los departamentos obtuvieron una calificación superior a 60 puntos en 2009 y, en nuestro caso, el puntaje estuvo por debajo del mínimo, que fue de 51,38, al ocupar el puesto 28.

En otro estudio, elaborado por mi buen amigo César Caballero, ex director del Dane, sobre la confianza que los líderes de opinión tienen en la gestión de la Gobernación y la Alcaldía, el gobernador Óscar Barreto Quiroga y el alcalde Jesús María Botero se ubican en el tercero y sexto lugar, como mejores dirigentes del país en sus respectivos entes. El Tolima solo es superado por el gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, que tiene una opinión favorable del 62 por ciento y Eduardo Verano de la Rosa, gobernador del Atlántico, con el 61 por ciento. En el caso de Ibagué, hay un empate con el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.

Aún más positivos son los resultados del Índice de Riesgo de Corrupción Administrativa, presentado por la fundación Transparencia Colombia, que sostiene que las primeras cuatro capitales que obtuvieron una calificación moderada fueron Pereira, San Juan de Pasto, Yopal y Bucaramanga. Ibagué se ubicó en el puesto 10 con un indicador de riesgo medio, luego de evaluar 148 entes territoriales en el nivel de transparencia y el riesgo de corrupción administrativa, a partir de las garantías a la hora de contratar.

Como si lo anterior fuera suficiente, la Corporación Pensemos en Colombia, en su capítulo Pensemos ALTOlima, entregó los resultados de la Encuesta de Opinión Empresarial del Tolima 2010, sobre la percepción del sector privado: el 95 por ciento se considera optimista frente al futuro del Tolima, el 62 aprueba la gestión adelantada por la administración municipal y el 55 por ciento califica positivamente la gestión de la administración departamental.

Pero ahí no terminan los estudios, la Fundación Corona, la Cámara de Comercio de Ibagué y el periódico El Tiempo entregó las conclusiones del estudio Ibagué Cómo vamos, que afirmó que Botero goza a nivel general de una imagen favorable del 62 por ciento, frente a una imagen negativa del 28 por ciento.

“Por estratos, el Alcalde tiene mayor favorabilidad en los estratos 3 y 4, con un 75 por ciento, y la zona de la ciudad donde tiene mejor imagen es en la norocidental, correspondiente a las comunas uno, dos, tres y cuatro. En cuanto a la confianza que genera el Alcalde, en este aspecto fue calificado en promedio con una puntuación de 3, y su gestión obtuvo una valoración promedio de 3,1″, sostiene un diario local.

Así las cosas, aunque temas como salud y servicios públicos requieren un mayor esfuerzo en lo municipal, teniendo en cuenta que desde el Gobierno Nacional la responsabilidad es compartida, otros ítems, como mayor orden en las finanzas y mejores garantías en materia de contratación son necesarias en el nivel departamental.

La realización de uno o dos estudios puede parecer insignificante, pero cuando se analizan todos los informes en forma detallada y se obtienen grandes conclusiones, la perspectiva puede tornarse en una hoja de ruta para saber hacia dónde tenemos que encaminar el desarrollo del departamento. Alcalde de Ibagué y Gobernador del Tolima, parece que pasaron el examen.