Una fuente importante de una entidad oficial me dijo que los aviones de AIRES no tienen la suficiente capacidad para enfrentar ciertas condiciones meteorológicas en el país. No tengo idea de si eso será cierto, lo que sí es seguro es que en la Aeronáutica Civil hay un mal ambiente frente al actual funcionamiento de esa aerolínea. Y que allá, en la torre de control, reposan unos informes que tienen la verdad de porqué hay retrasos en los aviones de esa aerolínea.

Todos los días crecen los reclamos. Se volvió habitual llegar al aeropuerto Eldorado a hacer el ‘check-in’ y encontrar un retraso, que pese al fuerte sol que haga en las ciudades de origen y destino, se «achaca» al mal tiempo.

Hoy jueves (2 de septiembre) viajaba a Cali a las 9:00 a.m. en el vuelo 8200 de Aires. Sin embargo, como cliente frecuente de esa aerolínea, tengo claro que debo llegar mucho antes para evitar inconvenientes; llegué a las 7:30 de la mañana. A esa hora, me dijeron que el vuelo de las 6:00 de la mañana hasta ahora se disponía a salir, así que podrían adelantarme a ese vuelo.

Una vez llegué a la sala de espera 6, encontré lo que hasta ese momento no había entendido como una verdadera realidad para los pasajeros de esa aerolínea… no una realidad, la pesadilla que estaban viviendo los pasajeros de esa sala.

Unos, provenientes de San Andrés, llevaban una aventura desde el pasado domingo; debían volar directo desde la isla hasta Cali. Sin embargo, sin explicación alguna terminaron en Bogotá a las 2 de la mañana y viajando a Cali en el mismo vuelo en el que yo salí. Otros, presentaron el mismo problema desde Montería. Muchas de las personas, apenas normal, bastante ‘sulfuradas’ por los retrasos, nuevamente justificados en el mal tiempo, me contaron numerosas historias de retrasos exagerados, léase bien, exagerados en sus vuelos.

Para no ir tan lejos, puedo traer a colación las cuatro horas de espera que me tuvieron un viernes cualquiera para un vuelo del medio día, que salió en la noche; o las 3 horas de espera de hace tres semanas entre Neiva y Bogotá; o las 2 horas de espera de hace tres meses entre Bogotá y Cali.

Y es que el tema del accidente de las últimas semanas ha constituído un fuerte golpe para la aerolínea. Sin duda, ese hecho afectó, aún más, el normal funcionamiento de una compañía, que según el reporte de la Aeronáutica Civil es una de las que registra el mayor número de quejas de los usuarios por impuntualidad.

Pero continuando con la historia del día, y luego de que los ánimos se calentaran hasta el punto de que la Policía se vio obligada a intervenir, llegó una funcionaria de la Aeronáutica Civil que publicamente argumentó que «el avión tenía una restricción de salida, en ese momento». A la par, aeronaves de otras aerolíneas estaban saliendo normalmente. 20 minutos después, abordamos el avión; después de otros 20 minutos, dieron permiso para el «carreteo», y a los otros 20 minutos, dieron permiso para el despegue; creo que me hubiera rendido más viajando por tierra. «Pedimos nuevamente disculpas por los retrasos ocasionados», argumentó el piloto por el habitual parlante.

Por eso no vuelvo a volar por Aires… me quedo con Avianca, me quedo con Copa Airlines, me quedo con la mismísima Easyfly… prefiero viajar por tierra, pero por Aires, ni regalado! He dicho.

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