Modificar una conducta, un hábito o una actitud, es algo a lo que muchos seres humanos suelen resistirse, debido a la creencia de que se trata de un proceso difícil, que de entrada supone un fracaso asegurado o que implica un esfuerzo exhaustivo que aparentemente no compensará los resultados obtenidos.

Sin embargo, hoy he escrito este artículo para decirle que lograr el cambio que usted quiere o necesita es realmente sencillo, siempre y cuando esté dispuesto a dirigir su mente, que es la encargada de crear o motivar cualquier transformación en su realidad. Al intentar realizar cualquier cambio, imagine que se trata de un viaje que va a realizar; iniciar en un lugar y terminar en otro, y esto requiere de una planeación y un proceder para no perder el camino.

Primero que todo, dese cuenta de cuál es su realidad y qué es lo que exactamente quiere cambiar. Si por ejemplo, algo que quiere es dejar de fumar, o dejar de enojarse, o comer menos, o dejar de preocuparse tanto, o ser tan nervioso, primero hay que ser consciente de aquella situación primaria que motiva el cambio. Luego escoja qué es lo que quiere cambiar en su presente, en su ‘aquí y ahora’. Enúncielo con toda claridad.
Acto seguido, pregúntese para qué va a hacer este proceso. Analice si en verdad le molesta su estado actual. Pregúntese: ¿me molesta seguir fumando? ¿Afecta mi salud el seguir fumando? En el caso del enojo, le recomiendo que conteste a las siguientes preguntas: ¿quiere seguir gritando por cualquier cosa? ¿Siente que estos enojos afectan su salud? ¿Las personas a su alrededor están felices con usted y su proceder? Si sigue en el camino al cambio, le pido que conteste a una pregunta más: ¿es bueno este cambio para mí? ¿Es ecológico para mí y los que me rodean?
Ya está listo para el viaje del cambio. ¿Qué necesita para el viaje? ¿Con qué elementos se va a ayudar para lograr su objetivo? Para llegar al otro lado exitosamente es necesario que ponga a trabajar los recursos adecuados que harán el trabajo por usted: la decisión, fortaleza, disciplina, valor, convicción, etc.
Tome los recursos que escogió para su viaje y respire tranquilamente. Imagínese a usted mismo en dos situaciones con su cambio realizado. Ejemplo: dos situaciones donde solía fumar y ahora no lo hace. ¿Qué está haciendo con las manos? Imagine qué le dicen los demás cuando le ven sin el cigarro. ¿Cómo se siente? ¿Le motivan estas escenas? ¿Cree que pueden formar parte de su vida?
Para verificar si ha llegado a su meta, debe notar algunas diferencias en esta parte del trayecto:
– Sus pensamientos son más positivos y motivadores que antes.
– Su fisiología, postura, gestos, posición de las manos, respiración, etc., son diferentes y armónicos.
– Su lenguaje sobre este asunto es más definido, preciso y convincente. – Su nivel de energía es mucho más alto, debido a la sensación de logro. También existe una sensación de bienestar.
Siga viviendo todas las escenas que quiera con el logro del cambio, visualice lo que le rodea, escuche lo que dice y le dicen, sienta y saboree ese cambio. Pídale a su mente que así sea, que se convierta en esa persona renovada y que sus recursos estén a su disposición para que le ayuden a mantener ese estado.
La repetición de estos pasos mentales, con frecuencia,  sin duda le ayudarán para que se instale en usted la novedad. Recuerde que un pensamiento en la dirección correcta, es capaz de llevarle a la acción y a un resultado. Sin esto no sucede nada. ¡Feliz viaje!
Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.
JaManza