En PNL se le llama ‘mapa mental’ a la percepción individual que tiene una persona del mundo y la realidad que le rodea. Esta estructura se conforma a través de los filtros personales por los cuales cada quien va asimilando el mundo y la realidad; estos son la educación, la cultura, las creencias, en fin, todas las experiencias y maneras de observar que tiene una persona, así como de las percepciones y sentimientos de sus propias vivencias, a través de sus propios filtros de la realidad.


El mapa mental está determinado por la historia personal. De ahí que es imposible que dos personas tengan exactamente la misma percepción ante un mismo hecho.


Muchas veces los seres humanos se desesperan, juzgan, critican a los demás porque “no entienden”, “no se dan cuenta”, “no les importa”, “no se preocupan”, “no se conducen como deberían”, “exageran las cosas”, “no les llama la atención”, o “se desviven por tonterías”, etc. Si usted se fija, todas estas frases están basadas en juicios elaborados con base en el mapa personal (pensamientos y creencias) que muy probablemente no tienen nada que ver con el del otro individuo.


Por ejemplo, si a un grupo le propongo que todos piensen en un perro, uno pensará en un pastor alemán, otro quizá en un cocker, otro en un labrador, otro en un dálmata, otro en un salchicha, otro en un pitt bull. ¿Por qué no pensaron en el mismo perro todos? Porque el que surgió su mente es con el que tienen o tuvieron una experiencia, es decir, es el que está en su mapa mental, en su vivencia. Simplemente en una familia, la opinión que los hijos tienen de un acontecimiento familiar, de su padre o de su madre o de tal hermano es diferente, pues el modo de vivirlo, sentirlo y relacionarse con él es individual.


“El Mapa no es el Territorio”, esto es, que el Territorio es la realidad escueta y completa, y el mapa es el modo personal de captarla. En el ejemplo del elefante se puede entender esto. Si en medio de un salón ponen un elefante y para las personas sentadas alrededor es la primera vez que ven ese animal, las que están al frente dirán que un elefante es un animal alto con dos ojos, dos orejas enormes, una trompa, dos colmillos y dos patas. La personas que lo ven lateralmente no estarán de acuerdo; ellas sostendrán que un elefante es un animal largo y grande, con una trompa, dos patas, pero que solo tiene una oreja, un ojo, un colmillo y una cola peluda.


Las personas que lo tiene por atrás, alegarán que un elefante es una cosa con dos ancas enormes, una colita peluda y dos patas, pero que ni es largo, ni tiene ojos, ni colmillos, ni orejas y mucho menos una trompa. Y si cada uno sostiene su punto de vista, nunca se podrán poner de acuerdo sobre lo que realmente es un elefante.


Éste es un ejemplo sencillo de cómo nosotros y la humanidad vamos por el mundo pensando que nuestra verdad es la absoluta, y no aceptamos la parte de la realidad del otro que nos falta. Esto nos lleva a divorcios, injusticias, egoísmos y hasta declaraciones de guerra.


Así que el mundo interno es la obra de su autor y cada universo es único y personal, o sea, cada persona tiene su propio e individual mapa mental del mundo y hay una indiscutible diferencia entre la realidad y la experiencia que el organismo tiene de ella.


Los seres humanos construimos nuestros modelos mentales del mundo, el mapa con el cual vamos a transitar por él, a través de programas neurolingüísticos. Lo único que nos conforma son nuestras vivencias. Ningún mapa individual del mundo es más real o verdadero que otro.


Así que antes de enjuiciar, enojarse, deprimirse ante la conducta ajena, piense que el otro tiene un mapa diferente al suyo y según éste, actúa. Vaya dándole la vuelta al elefante para ampliar su mapa del mundo y su mente, ya que la mejor manera de aprender es a través del conocimiento del otro y esto sólo se logra con una buena comunicación. Yo estoy bien, pero el otro también. Cada uno responde a su propio mapa mental. Yo me enriquezco y amplío mi mapa a través del otro. Voy a averiguar y aprender de las diferencias, así crearé más opciones y aprenderé a respetar a los demás.


Los mapas se pueden completar con nuevos datos, se pueden corregir generando opciones nuevas, se pueden abrir a nuevas posibilidades más enriquecedoras de interpretar e interactuar con el mundo real. Esto terminará con el estrés, la ira, la depresión, etc. y redundará en una mejor salud, ya que aprenderá a ser flexible y a no querer imponer a los demás su punto de vista.


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JaManza