Las excusas son seductoras, tienen un poder de persuasión muy importante, ya que ofrecen justo lo que queremos y cuando lo queremos. Las excusas tienen una variedad tan grande que sería prácticamente imposible nombrarlas todas si no es en un libro completo.

 

El mayor poder de las excusas inconscientes reside, precisamente, en que son inconscientes y por lo tanto no parecen excusas, sino razones bien fundadas e incluso naturales. Antes que nada hay que comprender bien a fondo la naturaleza de las excusas o justificaciones, cómo es que funcionan, cómo las creamos y finalmente, cómo las creemos sin pensar que en realidad son simples excusas.

 

Las excusas no vienen de una parte malintencionada de nuestro cerebro, en realidad son un resultado bastante natural de nuestra capacidad racional. Es un mecanismo de defensa. ¿Hay algo que no le gusta? Trata de mantenerse alejado. ¿Hay que hacer cosas que le parecen molestas o aburridas? No las hace.

 

He ahí el meollo de las excusas: Intentan protegernos de lo que no nos gusta. Ahora pregúntese ¿qué tan frecuentemente encuentra “peros” o se excusa ante algo que se le presenta?

También hay que entender que el mecanismo de las excusas no se refiere a un cúmulo de razones torcidas y falsas. Pueden existir excusas válidas, que serían razones y que estén orientadas en nuestro beneficio: “No puedo ir al cine porque tengo que hacer ejercicio”.

 

En este orden de ideas, quiero decirle que no sólo hay excusas válidas, sino hay excusas inteligentes que pueden ser peligrosas por lo mismo. Para poderse dar cuenta de las excusas inconscientes que utiliza, empiece por aceptar que tiene una maquinita de excusas, que es en realidad su capacidad racional. Muchas personas pueden tener problemas para detectar sus excusas, pues están tan bien construidas que son difíciles de detectar.

 

Así que empiece por aceptar su propia capacidad para “defenderse”, para generar excusas como el que más. Es muy importante distinguir excusas de razones, y para esto debe pensar sobre lo que dice, sobre todo en su diálogo interno.

 

Hay personas, aunque algunos lo pondrán en duda, que se levantan a las cinco de la mañana para ir a hacer ejercicio. ¿Cómo es eso? A esas horas el reino de las excusas domina la mente de la mayoría. Esas personas pueden ver esa actividad desde un marco de pensamiento donde la actividad es agradable, o brinda satisfacción, o incluso pueden ver los resultados que ofrece; de ahí que no se presenten excusas en medio de la somnolencia y confusión del despertar a esas horas de la madrugada, ya que tienen un sentido bueno para hacerlo.

 

Comprenda que su mente funciona con marcos de pensamiento, y un marco puede estar dentro de otro, formando un complejo sistema de niveles de pensamiento en el que uno mismo ya no sabe qué quiere. Imagine una persona con un marco de pensamiento en el que hacer ejercicio es conveniente, principalmente para la salud. Pero ese marco está dentro de otro, en un nivel inferior a otro que tiene programado que hacer ejercicio es desagradable. Ahora, por encima de ellos hay otro nivel en el que podemos encontrar que las excusas son malas, son herramientas de flojos y mediocres. ¿Quién usa excusas? Yo no, y tú tampoco… no utilizamos excusas, son razones. Por eso mismo, porque las excusas son negadas por las cualidades que les hemos atribuido, entonces la mente necesita colocar una barrera a la conciencia para no que pueda ver los niveles o marcos de pensamiento superiores.

 

Ahí reside la magia y fuerza de las excusas, en la negación de las mismas. Ya Baudelaire había dicho que la mejor estratagema del diablo consistía en hacer creer a todos que no existía. Pues bien, igual estrategia tienen las excusas: en cuanto usted piensa que no existen, empiezan a funcionar.

 

Para eliminar el autosabotaje que representan las excusas inconscientes, hay primero que identificar bien el programa de excusas que usted ha generado. Aquí hay una técnica de PNL que puede ayudarle:

 

Identifique un resultado deseado:

 

Tal vez quiera cambiar su estilo de vida, comer sanamente, hacer deporte, ser más productivo… Cualquier cosa que desee y sepa que es bueno para usted. Algo que le sirva para mejorar y ser mejor, en el sentido que prefiera. ¿Ya lo tiene? Pues bien, ahora represéntese a usted mismo alcanzando su meta, siéntalo en detalle, visualice el logro obtenido.

 

  1. Salga de la escena y reflexione acerca de sus “peros”:

 

Ahora piense por qué no lo ha logrado, cuál es la razón por la que no lo ha hecho, deje que su mente le de todas las excusas o razones necesarias para no hacerlo. Busque esas “razones” y evalúe cuáles son reales y cuáles son sólo excusas. ¿Está en mis manos resolver el problema? ¿Qué tendría que hacer? ¿Quiero realmente lograrlo?

 

2.   Analice la situación:

 

Evalúe todo lo que sienta y le venga a la cabeza, haga un esfuerzo por detectar hasta las ideas que estén en el borde su conciencia. ¿Son sus excusas buenas? Si tiene una solución para lograr su objetivo, y no depende de nadie en especial, ¿cuándo lo iniciaría? ¿Qué siente cuando usa excusas para cosas que realmente le convienen?

 

3.   Evalúe su sistema de excusas y aprenda de ellas:

 

Su mejor herramienta al final del proceso es evaluar las excusas con una honestidad que pueda estar por encima de ellas, una honestidad que sea funcional. La intención no es sentirse mal, mucho menos castigarse, la honestidad debe servir para saber qué excusas pueden funcionar, cuáles no, y cuáles hay que ajustar. Sin este paso final, nada de lo anterior sirve. Procure cuestionar siempre sus razones, una mente autocrítica es la mejor aliada en contra de las excusas inconscientes.

 

Las excusas inconscientes pueden ser un autosabotaje que trae frustración y limitan su verdadero desarrollo vital. Con esta técnica de PNL puede luchar contra ellas y tomar el control de su mente y su vida. Recuerde practicarlo de cuando en cuando, principalmente cuando no esté logrando algo que quiere.

 

Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

 

JaManza