A lo largo de toda mi vida he conocido muchas personas que han dicho ‘NO’ a tener grandes aventuras o grandes emprendimientos en su vida porque siempre quieren estar listos. Y es así como fácilmente pueden pasar días, semanas, meses, años o vidas enteras esperando a todo esté dado para iniciar algo.
¿Y qué pasa si todo sale mal? ¿Y qué pasa si no salen clientes? ¿Y qué pasa si este no es el camino? ¿Y qué pasa si esto no es lo que debo hacer? Estas son sólo algunas de las preguntas que usted seguramente se ha hecho al momento de querer comenzar un nuevo proyecto en su vida. Le tengo una noticia: Un emprendedor es aquella persona que enfrenta con resolución, acciones difíciles.
Aunque usted no lo crea, yo también pertenecí a esa gran masa de seres humanos que siempre esperan a tener todo el dinero para comprar algo o a tratar de que cada detalle sea lo suficientemente pensado para que nada pueda salir mal.
Es más, la primera vez que fui emprendedor fue por accidente, porque sin darme cuenta uno de mis amigos me involucró en un negocio y llegué a ser el gerente de la empresa. Si no hubiera sido así, jamás hubiera arrancado a emprender debido al miedo que tenía de empezar cosas nuevas.
Aparte del querer estar siempre listos, la segunda cosa que evita que nos arriesguemos a ser emprendedores es algo llamado la ‘perfección’. Hablando de mi experiencia personal, fue la misma vida la que me enseñó a dejar de creer en la perfección y considerar que lo más perfecto que existe es que todo es imperfecto.
Estas imperfecciones son las que hacen que las cosas y las personas sean lo que son y las amemos por lo que son.
Un emprendimiento o una inversión también tienen sus perfecciones y sus imperfecciones. Cuando vamos a empezar a hacer algo en la vida no es bueno querer tenerlo todo perfecto desde el primer día, sino enfocarse en los resultados y en cómo lograrlos rápidamente.
Así es como nos enfocamos en que desde la primera semana de nuestro emprendimiento, éste comience a dar resultados positivos y eXtraordinarios, creándole fortalezas.
Esto lo que va a permitir es que las imperfecciones de nuestro negocio (debilidades, amenazas u oportunidades de acción, como muchos las llaman) se puedan sobrellevar, corregir y superar satisfactoriamente.
Y esto no sólo se puede aplicar en el ámbito financiero y comercial, sino también en el familiar. Conozco padres que no se atreven a enseñar cosas novedosas a sus hijos aludiendo a la excusa de que ni ellos mismos las saben.
Es necesario aceptar que no sabemos, pero también es necesario actuar en función de comprender que la vida es un proceso de aprendizaje y que lo perfecto de la vida está en aprender siempre, no en saberse las respuestas correctas desde el primer día.
Es así como dejamos atrás el método de evaluación del colegio, en el que todo era o bueno o malo, para empezar a creer en el método de evaluación de la vida, a través del cual podemos ir examinando cómo vamos respecto a lo que queremos y cómo HOY nos vamos a acercar más a lo que queremos.
Por último, piense en que lo importante no es la perfección, sino la acción… y ésta es la que se debe premiar, porque en ella es donde está el mayor aprendizaje.
Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.
JaManza