Usted sólo tiene una misión en la vida: Perfeccionarse y ser feliz.  Y para alcanzar esta meta puede escoger aquel camino que lo lleve a eso que siempre ha deseado. Los seres humanos, al ser los únicos en la creación con la capacidad de elegir, tenemos también un propósito; algo importante, fundamental y trascendente como objetivo. Cada uno de nosotros tiene uno o varios talentos y a cada uno le corresponde hacer una introspección para averiguar cuáles son sus deseos y sus capacidades para alcanzarlos.

Sin importar la edad, siempre es posible cambiar y aprender nuevos comportamientos, manejar nuevos pensamientos y sentimientos que nos beneficien. Si usted cree que por ya ser un adulto no puede ni debe aprender más, está equivocado. Afortunadamente estamos rodeados de todo tipo de cosas maravillosas que podemos obtener, de actividades que hacer y de novedades que aprender, lo único que necesitamos es en primer lugar estar conscientes de qué queremos lograr.

Una vez que se da cuenta de cuál es su estado presente y si éste es insuficiente para usted, entonces está listo para dar el paso siguiente hacia una realidad deseada.

Para esto, es necesario algún recurso. Así como cuando usted quiere ir a la playa, el primer paso es desear estar allí y después buscar los recursos necesarios para lograrlo. En este caso los recursos pueden ser la organización, la manera y el momento para ir a la playa. Por supuesto que son necesarios ciertos recursos materiales para poder llegar pero también se requiere tener una motivación para lograrlo. Si la playa no le motiva, pues no moverá ni un dedo para llegar allá. Es por ello que la motivación es una parte importante del proceso para lograr sus objetivos.

Una vez que tenga la motivación podrá actuar. La acción es la última parte del proceso para llegar al estado deseado. Bandler y Grinder, los pioneros de la Programación Neurolingüística (PNL), descubrieron los procesos mentales que nos llevan a cumplir con objetivos placenteros sin esfuerzo aparente.

Lo que ellos proponen es transferir los procesos mentales positivos que ya sabemos usar para metas motivadoras y enfrentar los objetivos “difíciles” con patrones mentales positivos y que nos llenen de energía. Si en vez de decir: “qué flojera” ante el escritorio desarreglado, decimos “lo hago rápido y sin esfuerzo”, “me organizo para hacerlo hoy” estos pensamientos reportan más energía, mientras que el pensamiento de ‘flojera’ nos la quita automáticamente. Al decir que “lo hago rápido y sin esfuerzo”, la mente se aplica para seguir instrucciones y el cuerpo, por lo tanto, también se pone en la misma frecuencia.

Es increíble la respuesta que obtenemos cuando cambiamos nuestro diálogo interno y dirigimos nuestros pensamientos para que trabajen a favor nuestro. En PNL proponemos desaprender lo que no nos sirve y aprender aquello que nos ayuda a funcionar mejor en la vida. Empezar a dirigir nuestros pensamientos con un lenguaje positivo y palabras de acción, que son la clave para dejar de tener esa lucha interna de posponer tantas cosas que deberíamos de hacer aquí y ahora.

Piense en cuántas tareas has pospuesto y cuáles han sido sus debates internos que le han impedido realizarlas. Tome acción y cambie esos pensamientos limitantes por unos más positivos y de movimiento.

Por último, verifique la ecología de su cambio. Asegúrese que nadie sea afectado negativamente por éste y que sea bueno para usted y para las personas que le rodean.

Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que logre lo que quiere.

JaManza