La mayoría de las personas creen ciegamente en que las enfermedades vienen de la mano con la edad, o se producen por contagio, por herencia, o hasta por mala suerte. Y el gran problema radica en que desconocen que la salud y su conservación se encuentran en nuestro interior y, en buena medida, bajo nuestro control.
A ninguno de nosotros nos enseñaron a hablar con nosotros mismos, a pensar en lo que pasa en nuestro interior, a enfocarnos en nuestro cuerpo y en sus sensaciones. Simplemente vemos el entorno y sus consecuencias, ahí ponemos toda nuestra atención, casi siempre quejándonos y produciendo malas emociones.
Hoy quiero contarle que la enfermedad no es mala; es una comunicación de nuestro cuerpo que nos está informando que algo no está bien y que debemos corregir.
¿Qué tipo de palabras utiliza? ¿Son de enojo, de reclamo porque está enfermo y no puede realizar sus actividades? Hay que tener claro que es a USTED MISMO al que le está hablando y que si no maneja sus estados y emociones, se irá deteriorando cada vez más rápido y sin remedio.
La ciencia vanguardista dice que acudiendo a su interior puede obtener todo lo que necesite. Al respirar profundamente y decir justo lo que quiere acerca de su salud, puede manejar sus emociones y por ende, las descargas bioquímicas necesarias para una buena salud. Las creencias, con las emociones que conllevan, modifican su capacidad inmunológica, ya que cada emoción tiene su bioquímica específica.
Usted puede producir endógenamente todos los analgésicos y estimulantes necesarios para fortalecer su sistema inmunológico, y también puede aprender a sanarse.
La salud no es un estado, es un proceso muy dinámico que se logra a través de tener una buena comunicación con usted mismo, convertirse en vigilante de sus propios pensamientos y emociones para conducirlos a un estado de paz y salud mental que redundará en salud física.
Dígale ‘adiós’ a todos los pensamientos que le producen miedo, inseguridad, estrés, desesperanza, impotencia, etc. Deséchelos, y en su lugar ponga pensamientos que le nutran, que le den energía, paz, esperanza y ganas de vivir. Modifique su “dieta mental” a una más sana, siempre viendo hacia adelante con una salud perfecta. Esto es cuestión de actitud.
Por último, ¿Cómo quiere vivir su vida? ¿Enfermo y descontento, o sano y en control de sus emociones? Responsabilícese de su salud. Hable con usted mismo y dirija su mente hacia el bienestar total.
Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.
JaManza