El significado de ‘Programación Neurolingüística’ (PNL) tiene que ver exactamente con la lingüística, es decir, el lenguaje. A lo largo de la vida, aprendemos el uso y significado del lenguaje, lo experimentamos y lo vivimos sin darnos cuenta. Las palabras nos afectan, para bien o para mal, y activan nuestro sistema neuroquímico en cada ocasión.

Cuando alguna persona nos habla con un cierto tono de voz, con palabras positivas o negativas, de alguna manera nos programa y esto funciona también a la inversa. Cuando nosotros hablamos a los demás, sucede lo mismo: los programamos.

La PNL es la herramienta más apropiada para conocer y aprender a usar el lenguaje en una forma más eficiente y atractiva, con el fin de tener una comunicación más clara y positiva. Por esto, en este inicio de semana he querido traer para usted algunas palabras que considero peligrosas por su significado y aquello que atraen.

1. “No”: Esta palabra no la registra la mente, es una palabra abstracta. Ejemplo: “No” pienses en un caballo. “No” pienses que va galopando. Y la mente lo registra inmediatamente. Al no registrarla, la mente registra lo que se dice a continuación del “no” por ejemplo: “no te metas a la piscina”, “no me quiero enfermar”, “no quiero estrellar mi carro”, etc. Si quitamos el “no”, queda la orden de meterse a la piscina, enfermarse y estrellar el carro. Es así como la mente capta el mensaje contrario y lo cumple.

2. “Pero”: Esta palabra se usa generalmente para unir dos ideas. La primera parte de la frase puede ser algo agradable, luego viene el “pero”, y la segunda parte de la frase anula la primera. En ocasiones pueden ser muy ofensivas si no nos damos cuenta de cómo la estamos usando: “La comida está rica, pero muy picante”, “Te ayudo con tu mudanza, pero hoy no puedo”, etc.

3. Generalizaciones como “nunca”, “nadie”, “todos”, “siempre”, son palabras peligrosas porque son determinantes y absolutas. Generalmente son falsas. No hay cabida para una excepción y terminan la conversación. Si “todos” los políticos son corruptos (habrá algunos que no lo son), pues son todos y no hay esperanza. Si “nunca” haces nada bien, (habrá algunas cosas que he hecho bien) pues es nunca y no hay posibilidades de mejoramiento.

4. “Mañana”, “la próxima semana”, “un día de estos”, son otra serie de palabras que no llevan a nada. Cualquiera de esas frases se puede decir cualquier día, sin un significado o compromiso concreto. Cuando queremos cumplir objetivos estás están absolutamente prohibidas. Mejor puntualizar qué día, el lunes, por ejemplo.

5.- “Tengo que”, tiene un significado negativo. Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos cuesta trabajo y que implica un esfuerzo. “Tengo que trabajar”, “tengo que estudiar”, “tengo que organizarme”. Denota una obligación. Nunca decimos, “tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los primeros ejemplos requieren de un esfuerzo y hay una batalla interna para poderlos lograr. Es posible que usted aligere sus obligaciones cambiando el “tengo que” por “quiero” y verás que hay ligereza y sentirás que logras las cosas con mayor facilidad.

Estas son sólo algunas de las palabras con las que ha que tener bastante precaución a la hora de usarlas. Si le impiden conseguir sus metas, cuide su diálogo interno, lo que se dice a usted mismo, y luego cuide lo que dice a los demás.

Como ejercicio, haga una lista de las expresiones que usa con frecuencia con estas palabras y trate de cambiar las palabras para que el significado deje de ser negativo y así el efecto neuroquímico sea positivo y de motivación.

Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

JaManza