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Continuando con la teoría seguimos con 3 principios que son más importantes en términos de negociación a corto plazo. Los tres que vimos antes pueden casar muy bien con el análisis de largo plazo. Siguiendo entonces, son estos.
4. La tendencia se mantiene mientras no haya un evento que la cambie
Esto es muy parecido a la ley de inercia mencionada por Newton en física. El precio de la acción suele mantenerse en su tendencia si no hay una crisis o una noticia determinante para el cambio de dirección. Sin embargo, esto suele verse en especial a largo plazo con la tendencia principal, pues es poco común que los precios suban y suban sin interrupciones de la secundaria y la menor. Los invito a ver el caso de Tesla este año, la empresa de automóviles eléctricos, ahora en baja, y el caso de Visa, que mantiene una tendencia alcista clara.
5. El volumen va de la mano con la tendencia
En ambos movimientos, el alcista y el bajista, los volúmenes de compra y venta van de la mano con el precio. En tendencia alcista el volumen aumenta cuando los precios lo hacen y desciende cuando los precios bajan también. En la tendencia bajista, el volumen aumenta cuando cae el precio, y disminuye cuando tiende a recuperarse.
6. Las tendencias principales tienen tres fases
En la imagen abajo les muestro mucho mejor lo siguiente. La tendencia principal alcista suele tener 3 fases principales. El primer movimiento que se ve es la etapa de los inversores informados. Son esos personajes que llevan mucho tiempo en el negocio y saben, con autoridad, cuándo algo va a comenzar a subir, entonces compran y esperan. La segunda fase es la de los operadores técnicos, que con estudios sobre los gráficos y los indicadores económicos, soportan la idea reciente y compran tendencia al alza. La tercera fase es la del público general, donde la gente ve que el asunto va muy bien y quiere ganar su porcentaje también, apoyado en las opiniones de los anteriores compradores. Eso no siempre suele ser bueno para los terceros.
La tendencia principal bajista también tiene 3 fases, y pueden ser inversas. La primera es la distribución, donde los grandes inversores ya saben que se llegó al punto ideal para vender. Los volúmenes aumentan y se va entrando a la parte sentimental del resto con respecto al miedo y frustración por el freno del precio. Luego viene el pánico, donde la gente ya no quiere comprar y todos quieren vender. Suele darse para recuperaciones cortas pero por lo general no tiene freno y es donde la gente no marca pérdida y llegan los problemas financieros. Por último llega el desánimo, donde los que no vendieron en las etapas anteriores «aguantando» el precio, se dan cuenta que ya no hubo nada que hacer.
Acá vienen dos consejos personales: el primero es que nunca se enamoren de una empresa, tengan claro que el objetivo es a futuro, y que si les dio buen margen de ganancia en el pasado no quiere decir que siempre va a ser así. Y el segundo es que nunca se enamoren de un monto. Si la tendencia es bajista y no parece haber nada bueno que la cambie, hay que vender, sin pensar. Trácense siempre un número para vender, tanto al alza como a la baja. Mi objetivo con estas enseñanzas es por supuesto que ustedes de ahora en adelante estén en las dos primeras etapas, pero nunca en la tercera.
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Hace un tiempo uno de ustedes me pidió que hablara un poco sobre las otras opciones de bolsa: los futuros, la renta fija y demás. El próximo post vamos a leer sobre esas opciones.
Comentarios en @elmandelabolsa. Feliz fin de semana.
