El término “Pánico Económico” se ha vuelto muy popular últimamente en el país. Pero gracias a Dios no se volvió un Hashtag  en twitter, o por lo menos no que me haya dado cuenta, ya que cuando todos hablan de un término técnico se tergiversa tanto que se vuelve vulgar. Pero pareciera que éste ha logrado salir bien librado de muchas redes sociales e incluso de algunos medios de comunicación.  No obstante, hubo alguien que fue duramente señalado y culpado por incurrir en este delito por una gran turba de analistas de diversas materias: Vladdo.

 

Cuando el señor Vladimir Flórez, más conocido como Vladdo, publicó unos controversiales tuits donde afirmaba que la firma comisionista de bolsa Interbolsa tenía problemas serios, tal vez no esperaba que minutos después en la Bolsa de Valores de Colombia la acción de la Holding de este grupo se desplomara agónicamente, y mucho menos que la estampida de sus inversionistas llevara a que se auto-cumpliera uno de sus tuits “Fuentes que conocen el caso me dicen que podría anunciarse el cese de operaciones de Interbolsa el día de hoy, por problemas de iliquidez”. O tal vez sí. La verdad es muy difícil de establecer. Lo que si es cierto es que pocos conocen lo que realmente es el “pánico económico” y por ello, muchos analistas estuvieron enfrentados en un debate sin fin al respecto. Entre quienes defendían a Vladdo argumentaban que nunca faltó a la verdad, ya que Interbolsa, como fue confirmado posteriormente por el mismo grupo, si tenía problemas de liquidez. Y por el otro lado estaban analistas de la talla de Alberto Bernal, quien argumentaba que la información suministrada por el periodista y caricaturista era inexacta y por ello debería ir ante la justicia. Entonces, en la mitad de esta guerra de ideas y algunas malas palabras, queda la siguiente inquietud: ¿Hizo mal Vladdo al escribir que Interbolsa presentaba problemas de liquidez si realmente los tenía, y debió permanecer callado como al parecer lo hizo la Superintendencia Financiera y dejar que el mercado obviara ese dato mientras se trataba de solucionar el problema?

 

Varias teorías de la ciencia económica han tratado este tema y han llegado a puntos interesantes. El primero de ellos es que el “pánico económico” puede producir crisis financieras donde unos débiles fundamentales por si solos no lo hubieran logrado. He aquí la importancia de que sea un delito en Colombia y en muchas partes del mundo. Y he aquí también el punto clave de Bernal y los que están en contra de Vladdo. Pero los alcances de estos estudios también afirman que el pánico sirve de catalizador de unos fundamentales débiles, por lo cual, en este caso mucho más preciso, se parte de que ya hay problemas. Entonces, ¿Cómo debe actuar el derecho a la información? ¿Es justo que los inversionistas sigan tomando decisiones con información incompleta? En la economía se habla que los mercados son eficientes porque incluyen en sus precios toda la información disponible, así que cuando se oculta información tan seria los precios siguen un esquema de burbuja que revienta cuando llega al mercado toda la información, así que ¿quién es más culpable, quién omite la información desde el principio o quien la revela? Las repuestas jurídicas a estas preguntas no las sé, ya que mi campo no es el derecho, por lo que el debate en mi cabeza seguirá abierto en el plano jurídico, por lo menos por ahora.

 

Uno de los modelos económicos que mejor explica como actúa el pánico en momentos así es el de los señores Morris y Chin, donde suponen que si los fundamentales son muy fuertes, el único equilibrio es la ausencia de crisis o recesión, ya que cualquiera que intente inducirla fallará. Por otro lado, si los fundamentales son bastante débiles, el único equilibrio es una recesión o default. Pero en la mitad de estos dos estados hay una brecha en la cual los fundamentales no son lo bastante fuertes como para evitar una crisis, ni lo bastante débiles para generarla, por lo que es aquí donde se produce el pánico. 

 

 

Y en esta misma zona es donde surge también otro término: “auto-cumplida”, ya que cuando todos los inversionistas creen que los demás van a retirar sus recursos, éstos tratan de adelantarse, lo que da como resultado una estampida, dejando al país o entidad sin liquidez, precipitando la crisis. Algo muy parecido a lo que le sucedió a Interbolsa y a Argentina (bancos) años atrás, debido a que estos problemas financieros se vuelven realidad por la creencia de sus propios inversionistas o clientes, al mejor estilo del cuento de Gabriel Garcia Marquez “Algo Muy Grave Va a Suceder en este Pueblo”.

 

Así pues, ante fundamentales fuertes no debería prosperar ataques de pánico, y ante fundamentales débiles el vigor del pánico económico podría ser el catalizador que  produzca recesiones auto-cumplidas o defaults. De esta manera es cómo funciona el pánico económico, como un catalizador de fundamentales débiles.

 

Lo difícil en economía, al respecto, ha sido cuantificarlo, y en derecho distribuir responsabilidades en medio de derechos y obligaciones de información y reserva. Como su definición en el derecho es tan difusa como los hechos que la producen y su impacto real (difícil cuantificación) en la crisis, es que pocas denuncias por este delito han prosperado y por lo que el debate siempre estará abierto.

 

@joseluisalayon