Durante este año, Europa ha sido el protagonista de las noticias económicas mundiales. Debido a la  crisis de deuda que enfrenta Grecia y ahora Italia, los mercados financieros se han visto sumergidos en una serie de comportamientos eufóricos que han conllevado a que cada vez sea más difícil para los analistas explicar el comportamiento de los mismos y aún más a realizar predicciones. Aquellos países que se mostraron más débiles en asegurar políticas fiscales sólidas, han ocasionado preocupaciones en otras economías de la región como Alemania y Francia, obligándolas a recurrir de sus propios recursos con el fin de evitar que toda la Unión Europea desaparezca.

 

La crisis de deuda en Grecia viene generando problemas para la zona euro desde hace poco más de dos años e Italia ha empezado a generarlos desde esta semana, cuando el miércoles los costos de la deuda externa de dicha economía se dispararon, haciéndola peligrosamente insostenible. A la fecha ya se han realizado cinco tramos de ayuda para Grecia y ya se aprobó llevar a cabo el sexto tramo que será por 8.000 millones de Euros. Sin embargo, y como bien se sabe, dicha ayuda viene condicionada a una serie de exigencias que permitan reducir el gasto público y en consecuencia disminuir el monto de la deuda a mediano y largo plazo. Para Grecia, dichas condiciones o medidas de austeridad incluyen la reducción de pensiones en más de 200 mil euros mensuales, un 20%, alza en los impuestos de propiedad y despido de algunos empleados públicos.

 

Italia por su parte, no había pedido ayudas o rescates como en su momento lo hicieron Grecia, Portugal e Irlanda, sin embargo, esto no quiere decir que su situación no sea compleja, hecho que se refleja en la problemática que enfrenta con los bonos que tienen vencimiento en el año 2012 y que representan una suma de por lo menos US $200.000 millones. Al igual que para Grecia, Bruselas propuso una serie de medidas de ajuste alcanzan los 45,000 millones de euros las cuales incluyen entre otras medidas, un incremento del IVA y un retraso en la edad de jubilación.

 

No obstante, pareciera que los gobiernos de dichos países no quieren comprometerse a cumplir las exigencias anteriormente nombradas. En primera instancia, se encuentra la iniciativa del primer ex ministro griego Papandreau a convocar un referendo que permitiera a la población helena aprobar o rechazar las condiciones impuestas por Alemania y Francia. Como bien se sabe dichas medidas generaron desconcierto tanto en los países europeos como en mundo en general, lo que se vio reflejado en el comportamiento de las bolsas mundiales el día que el gobierno griego hizo el anuncio. En segundo lugar se encuentra Italia, el cual se ha retrasado en la aprobación de las medidas de cambio, lo que ha generado preocupación, y presión tanto de los países de la región como de Estados Unidos.

 

Si bien los cambios exigidos son desventajosos para los pueblos de dichas economías, es claro que Alemania y Francia no están dispuestos a brindar esta ayuda sin estar seguros que Gracia e Italia están dispuestos a garantizar que los rescates no serán en vano. Y es en este sentido que tratar de evadir dichas exigencias se convierte en una actitud infantil y poco responsable, ya que están pidiendo todo sin dar nada a cambio.

 

Por último es importante resaltar también que es necesario sacrificar en el corto plazo para obtener beneficios en el largo plazo. Tanto años de derroche se están reflejando y es hora de que los países que se encuentran en esta situación cambien su forma de consumo y se hagan responsables de los sus actos.

 

Ana Milena Franco Alonso

Lina Tatiana Yasnó Ovalle