Cuando las cosas no van bien, los inversionistas migran hacia activos más estables en busca de refugio. La conservación del capital se convierte en el objetivo fundamental de los administradores de portafolio cuando la incertidumbre inunda los mercados. Pero, ¿Qué es un mercado seguro en un mundo interconectado, y donde el terrorismo no tiene fronteras?

La respuesta a esta pregunta era más simple antes de los atentados terroristas del 9-11, pues Estados Unidos, Europa y el oro, eran las respuestas más comunes en la mayoría de los casos. Sin embargo, el mundo ha cambiado mucho desde entonces, y el terrorismo ha tenido mucho que ver.  El fenómeno llamado “Terrorismo” se ha nutrido de la globalización y hoy ningún país parece inmune a atentados, o por lo menos a choques adversos en su economía como consecuencia de estos, así ocurran al otro lado del planeta.

Con cada ataque terrorista, la configuración del sistema internacional cambia, se erigen nuevas alianzas y nuevos bloques de Estados entran en conflicto. Coaliciones se crean y se destruyen a la velocidad que cambian los mercados. En un mundo así, es cada vez más difícil encontrar un mercado libre de riesgo.

Ante tal incertidumbre, los inversionistas siempre esperan una respuesta en los indicadores financieros globales. El ataque de Estados Unidos en Siria dejó claro en las primeras horas que la oferta de petróleo sería escasa por lo que los precios se subieron a gran velocidad, pero este no podría ser considerado en esta era como un “safe haven” (¿qué commodity podría ser considerado como tal?). Los tesoros americanos se valorizaron, pero una posible confrontación con Rusia, aliado de Siria, podría llevar a grandes volatilidades en este mercado. Europa es cada vez más susceptible a ataques terroristas, como retaliaciones ante incursiones en Medio Oriente.

Ante las pocas opciones disponibles, ¿será América Latina un buen destino? Paul Krugman afirma que los inversionistas tienden a ver el mundo por regiones más que por países, y la situación de Venezuela, Argentina y Brasil no ayuda demasiado. Sin embargo, esta región sigue estando al margen de conflictos como el de Siria, lo que podría ser un punto a favor, a pesar de lo que pueda pasar con Estados Unidos. Seguramente el apetito inversionista en la región se mantendrá, pero es difícil ver a América Latina como un mercado seguro.

Ante tal incertidumbre, la liquidez pareciera ser lo más cercano a un “Safe haven”. Bajas inflaciones globales y un alto riesgo de mercado, son sus mejores referencias.

 

@joseluisalayon