¿Ha visto o ha vivido las reacciones que tiene una persona cuando se le dice NO a algo que necesita o quiere o espera con ansiedad?
¿Qué pasa si el NO que Usted está dando corta una trayectoria de relación o de vida o de amistad o de asociación con una empresa o una persona?
La primera recomendación es que hay que perder el miedo y tener la valentía de decir NO asumiendo las consecuencias.
Es mejor decir NO en vez de luego quedar mal o terminar aceptando un compromiso que no podemos cumplir o aceptar algo que nos va a hacer sentir mal mucho tiempo.
Mejor una vez colorado que cien descolorido, dicen por ahí.
De todas formas, hay que saber decir el NO y a continuación vienen guías y reflexiones.
Una forma típica de decir NO es hacerlo pero dar alternativas de solución con ideas o personas u opciones que no somos nosotros, si las conocemos o sabemos que existen. Derivar en otros o dar pistas de otros que puedan atender lo que nos piden.
Otra típica respuesta es comprar un segundo tiempo para volver con el NO definitivo, diciendo algo así: Creo que no, pero déjame ver y vuelvo con la definitiva en dos días.
La mejor manera es decir NO en forma directa, y concreta sin explicaciones y sin dejarse chantajear.
Hay que decir no me apetece, no me gusta, no hago esa tarea, no puedo, no quiero, no tengo, no lo puedo hacer, no cuente conmigo, no sé, estoy satisfecho, estoy lleno, me siento algo indispuesto o simplemente la sola palabra NO, a secas, sin acompañar con mirada amenazante, mejor con mirada dulce o de yo no fui o mirada de: lo siento.
La gente va a buscar presionar para hacernos sentir mal (Chantaje) con un te necesitamos, no nos hagas eso, sabemos que tu puedes, eres la única persona con la que contamos, eres nuestro salvador, una oferta así no se rechaza, nos sentimos ofendidos con tu respuesta, danos una explicación, un no…No es una respuesta válida, pensamos que eras una mejor persona, no esperábamos una respuesta así de tu parte, nos has defraudado, nosotros creíamos en ti y hasta te van a mandar emisarios para presionarte por todas partes.
Ante esa presión la estrategia es no responder ni dar explicación alguna, solo guardar silencio y si tienes la persona al frente bajar la mirada por un rato y quedarse como una momia.
¿Cómo manejar el NO para que a su interlocutor le suene bien, para que le pida repetirlo o para que lo entienda como algo natural y no lo tome como ofensa o agresión?
En este breve artículo vamos a reflexionar sobre ello y si bien vamos a dar algunas guías básicas, dejaremos al lector la creación de nuevas opciones o de nuevos escenarios según corresponda en cada vivencia o en cada situación, dado el ingenio que hay que tener frente a la historia y la relación específica que se esté manejando.
Cuando le piden a uno un favor, la respuesta típica puede ser: No estoy en capacidad de ayudar o no cuentes conmigo porque…. Los puntos suspensivos pueden ser llenados con una respuesta elegante, fina y amable, pero contundente según cada caso. Sin embargo, debo anotar que no es bueno dar un porqué.
Es recomendable dar la respuesta y no dar más explicaciones. Quedarse callado después de responder (Acogerse al derecho de permanecer callado).
Si quiere dar un por qué, los ejemplos pueden ser con una razón contundente que muestre el impedimento involuntario con claridad como: Invertí todo mi dinero y me quedé ilíquido, lo siento. Nunca más serviré de fiador porque me produce una incontrolable y grave crisis de pánico, lo siento. No me siento bien y no estoy en condiciones de ayudar a nadie en este momento. No puedo…Lo siento. No estoy en mi mejor momento y no deseo hablar sobre esto…Hacer mirada nerviosa y retirarse mirando abajo. No me conviene en este momento, lo siento. Ya no hago esa labor, lo siento. Estoy copado con proyectos y compromisos, no tengo agenda en 6 meses, lo siento. No tengo recursos, lo siento. No como lo que me ofreces. Lo siento. Comí hace poco…Estoy lleno…Gracias…Lo siento. Aunque he entendido lo que me pides, pienso diferente. Lo siento.
A veces lo mejor es no responder y si le piden a uno responder, lo mejor es con una mirada firme, pero amable, decir, lo siento, no tengo respuesta para dar y luego callar.
Una buena respuesta que toda persona recibe bien es “te aprecio mucho, me muero de la vergüenza pero tengo forzosamente que declinar tu solicitud, lo siento” y cuando digan ¿por qué? Responder con un silencio y mirada tiernamente baja o decir “permíteme reservar mis razones en la intimidad o en mi derecho a la privacidad”. Uno deja que lo interroguen hasta donde uno quiera, recuerden que uno tiene el control y uno puede contestar con un simple no, lo siento o no, gracias y allí parar y abstenerse de seguir contestando.
La gente siempre intentará acorralarnos o ponernos contra la pared para que demos explicaciones o para hacernos sentir mal y allí es donde viene el problema. No juguemos ese juego.
Desde luego si uno no tiene la obligación de responder una pregunta o una solicitud o una invitación, la mejor recomendación es no ponga cuidado y no conteste. La mejor respuesta es el silencio. Di, declino mi respuesta o paso…Como en los juegos de cartas.
Hay personas que ante una negativa, por más linda que suene van a reaccionar agresivamente o con amenazas o con abandono.
Si por una respuesta como las que acabamos de comentar nos dejan, es claro que esa relación no merece nuestra atención y no perdemos, sino que por el contrario ganamos el liberarnos de esas personas que no nos convienen. Es una buena oportunidad para gritar independencia…
Si Usted siente que necesita más información o guía sobre este tema para un caso particular, le comento que declino, muy a mi pesar, hacer más comentarios porque se me acabó el espacio, lo siento mucho, perdóneme por favor.