Excelente enseñanza la de la historia antigua de la pelea entre David y Goliat que nos muestra cómo el ingenio y la recursividad pueden vencer la fuerza y el gran tamaño,
Lo anterior es un asunto que se repite a diario en todos los escenarios de la vida en el planeta tierra. Los grandes y poderosos pierden las competencias o pierden las guerras contra pequeños indefensos en apariencia.
Son muchos los ejemplos históricos que nos recuerdan hazañas casi increíbles o casi imposibles pero que al final sucedieron y nos enseñan que no hay rival pequeño o inofensivo. Por el contrario, todo rival merece respeto y no nos debemos confiar o descuidar o dejar confundir por las apariencias.
Muchas veces la estrategia es la que termina haciendo ganar al que menos fuerza o capacidad tiene y eso lo recordamos con el famoso caballo de Troya que permitió a los griegos infiltrarse y tomar la ciudad que hasta ese momento era un imposible.
Por otro lado, la guerra de guerrillas a mostrado ser una estrategia que ha doblegado ejércitos poderosos por tratarse de grupos pequeños que juegan a la acción sorpresiva y muchas veces camuflada o disfrazada para no ser detectados antes o después de sus ataques. Recordemos la famosa ETA en España, Vietnam y Los Estados Unidos, Colombia y las Farc o el M19 o el ELN. Colombia fue libertado por un ejercito mal armado y mal vestido gracias a las estrategias militares.
En los temas empresariales se ha visto muchas veces empresas chicas que terminan comprando grandes empresas o derrotando grandes empresas en estrategias comerciales audaces y novedosas. El Banco de Colombia fue comprado por el pequeño BIC de Medellín.
Son famosos los cambios tecnológicos que han hecho que pequeñas empresas o inventos nacientes acaben con poderosas empresas de trayectoria reconocida, recordemos un momento algunas de esas marcas que perdieron las batalla y la guerra contra los pequeños “David” siendo ellos los “Goliat”: Kodak, Blockbuster, BlackBerry, Nokia, Olivetti, Sega, Atari…
En el mundo empresarial hay una frase que habla bien del “David” vs “Goliat” cuando se dice “Es mejor ser cabeza de ratón que cola de León” indicando que uno como ser humano se puede lucir más en una pequeña empresa que en la gigante y si llega a liderar, se va a notar más, lo que es una gran verdad en muchísimos casos.
Cuando uno es un “David”, usa el cerebro con mayor profundidad porque sabe que nio tiene ni la fuerza ni el tamaño adecuado para competir y ganar y eso hace que la creatividad impere hasta que logramos encontrar la forma de conseguir la victoria.
Lo vemos a diario en las estrategias de competencia en juegos y apreciamos como un equipo por el que nadie daba nada termina ganando y sorprendiendo.
Mi recomendación para todos es que uno debe mantenerse siempre con la mentalidad del “David”, que es la que logra que la mente no se confíe y por el contrario esté alerta a crear caminos diferentes frente a los muy respetables competidores.