«Me duelen tus desplantes, me duelen tu lejanía, me duelen tus desautorizaciones y tus sorpresivas salida en contra, me duele tu soberbia y tus amenazas, me duelen tus críticas en público y tus descalificaciones, me duele tu indiferencia y tu pataneria, me duelen tus torturas mentales y psicológicas, me duelen tus imposiciones y todo aquello que me toca o me obligas a hacer por la fuerza o por miedo, me duele el fracaso y el engaño, me duele la traición, el abuso y la manipulación, estoy triste, deprimido, abatido, desganado, defraudado, con autoestima baja, contrariado, aburrido».

 

Los anteriores sentimientos los expresan a diario las personas en silencio y muy  en el interior de sus pensamientos, sin que nos demos cuenta que están sufriendo y no encuentran alivio.

 

Se trata de un sufrimiento constante y muy Íntimo que las destruye o las va agotando como si tuvieran una cocción a fuego lento o una enfermedad que las consume poco a poco, como las infecciones que de a poco te van matando.

 

Hago esta reflexión porque todos los seres humanos pasamos muchas veces en la vida por ese tipo de horrible situación, bien sea en la oficina o en nuestra vida personal. Este tipo de estado de ánimo afecta nuestro diario proceder y puede llegar a dañar en forma notoria nuestra capacidad de respuesta y nuestro rendimiento profesional y relacional.

 

La pregunta que todos nos hacemos es si existe una medicina o analgésico para calmar ese dolor o algo que nos permita prevenir el sufrimiento o curarlo.

 

Los que ya llevamos la ventaja de una vida larga sabemos que ese tipo de males es difícil de evitar y toma tiempo sanar.

 

Hay antídotos y hay remedios.

 

Una primera y sencilla solución es huir de o alejarse o apartar lo que nos genera esa difícil condición, como se hace con lo que provoca una alergia. Si Usted tiene alergia a los mariscos, no los coma, manténgalos a distancia. Váyase lejos.

 

La segunda solución es reemplace al que le hace sentir mal por alguien que le hace sentir bien (Un  clavo saca otro clavo, dice el dicho). Si le gusta la pasta, cómala en vez de los mariscos. Sustituya para que no se quede con la nostalgia y sienta que se ha dado un premio.

 

La tercera solución es el uso de un antídoto para que nada pueda provocar dolor o tristeza o rabia o depresión o miedo. Este es el punto clave. Se necesita tener alta conciencia que nadie ni nada puede hacernos sentir. Nosotros somos los que sentimos o no sentimos, es una decisión mental. Uno declara o decreta su sentimiento. Puede estar lloviendo pero estamos felices. Aún a la hora de la muerte de un ser querido podemos hallar felicidad y celebrar sus legados y su partida al más allá en  vez de entristecernos con su ausencia.

 

Siempre hay un lado positivo en todo lo que nos sucede y esa parte positiva es la que debemos agradecer, aplaudir, vitorear y celebrar siempre.

 

Cuando nos descubramos concentrados y pensando el lado malo de los acontecimientos, de inmediato busquemos la otra cara, la positiva y seguro veremos que hay mucho a favor para tener en cuenta y aprovechar.

 

Mi padre se murió pero me dejó muchas enseñanzas de vida que aplico todos los días, igual pasó con mi madre. De ambos celebro sus legados y de ambos recibo guía en su nueva calidad de Seres de Luz que me acompañan, me aconsejan y me cuidan la espalda cada minuto. Me costó trabajo llegar a pensar así, porque mi padre y mi madre fueron mis héroes, pero lo logré y estoy convencido de ello y del beneficio de pensar siempre en lo bueno en vez de traer a la memoria lo malo.

 

Hay muchas empresas y personas que he conocido que he querido mucho por lo que aprendí con ellas y por los gratos momentos y grandes satisfacciones y vivencias que me dejaron. Muchos de los aprendizajes fueron dolorosos como es lo usual o lo típico, pero me permitieron crecer y volverme más sabio. Todos y cada uno han hecho de mi un mejor ser humano.

 

Los malos momentos y hechos los he tenido toda la vida como un referente temporal que me enseña algo potente que he tenido que aprender y en su mayoría los tengo en  el archivo muerto como hace uno en las empresas cuando los hechos históricos ya no tienen vigencia y los buscamos solo si es necesario ver esa referencia.

 

En resumen, solo tengo agradecimientos para cada una de las personas y las empresas que he conocido y he servido en la vida. De otra parte desarrollé una rápida y muy potente forma de perdonar y enviar al archivo muerto los malos recuerdos cargados de sentimientos venenosos y nocivos, para dejarlos como simples reseñas de aprendizaje sin carga alguna, excepto la de ser parte de mi historia de crecimiento personal.

 

Los invito a desarrollar sus antídotos para que nada les duela más allá de 24 horas y luego estén de nuevo listos para seguir adelante con mucha fuerza. Los ciclistas hacen así, de una etapa para otra compiten por la capacidad de recuperación y los que se levantan como si nada hubiera pasado y enfrentan la nueva etapa con fuerzas renovadas son los que se llevan la gloria. Los vendedores son golpeados psicológicamente por el estrés y por sus jefes que presionan por el logro de los resultados. El trato que reciben los vendedores es ingrato de parte de los clientes, de sus jefes y de la gente de sus empresas. Todos los ven como incumplidos, vagos y mentirosos. Los buenos vendedores son capaces de producir ventas a pesar de tener siempre todo en contra porque manejan una gran automotivación y todo les resbala rápidamente. Su capacidad de recuperación ante los garrotazos es enorme y muy rápida. A eso lo llaman resilencia.

 

Los duros hechos y vivencias de la vida nos alcanzan a golpear, pero está en nosotros lograr una pronta recuperación que nos lleva a salir fortalecidos y a…Comportarnos como ¡campeones!