Uno cree que la vida, sus sucesos, se parece a la línea recta que nos lleva directo de un punto a otro con la menor distancia recorrida, o que la vida es como los círculos o los triángulos o cuadrados o como las curvas llamadas parábola o hipérbola y la verdad es que muy poco de eso existe porque son apenas modelos que ayudan a interpretar lo que nos rodea para así tener una idea general, pero la vida real es como el cauce de un rio que va dando giros en diferentes direcciones como culebra en movimiento, con diferentes anchos, diferentes caudales o turbulencias, diferentes inclinaciones, con cataratas o saltos, con rápidos o con lagunas, con remansos y trayectos tranquilos, con diferentes profundidades, con diferentes temperaturas, densidades, matices o colores y desde luego muy lejos de todo estándar imaginado.

 

La vida es un reto diario e incluso horario. La vida real está llena de sorpresas y de caminos sinuosos.

 

La vida nos enseña minuto a minuto que no hay una sola condición que no cambie y que toda situación por buena o por difícil que sea no va a durar para siempre.

 

En un momento está uno celebrando un triunfo y en el siguiente llorando una derrota.

 

La vida tiene sabores variados que van alternando en forma aleatoria y pueden ser salado, dulce, agrio, amargo, ácido o picante por mencionar los más tradicionales o frecuentes. Todo es posible, todo cambia y nada es sostenible o perpetuo.

 

De todas maneras es llamativo que las personas no tienen en consideración estas reflexiones y creen que la vida es una constante como la línea recta y pasan los días creyendo que así es, que su vida es plana, pero por otro lado, igual piensan ingenuamente que van a conseguir todo lo que quieren y como lo quieren, cuando la realidad es que uno termina navegando por la vida según lo que va ocurriendo en medio de muchas variables que alteran o atentan contra la consecución de la meta que nos propusimos.

 

La verdad es que ante cada situación tenemos que ser suficientemente hábiles, valientes, veloces e ingeniosos para voltear con éxito las condiciones a favor y salir bien librados en el camino a nuestros propósitos, sueños y planes.

 

El reto de la vida es segundo a segundo, minuto a minuto, hora por hora y día por día y para eso hay que tener la sensibilidad a flor de piel, hay que tener todos los sentidos bien abiertos a detectar las variaciones o a anticipar lo que se pueda y en consecuencia hay que tener la adaptabilidad y flexibilidad para reaccionar con inteligencia frente a cada reto.

 

Aún así, hay condiciones sorprendentes que se nos pueden salir de las manos, que nos hacen fallar o nos obligan a retroceder o nos fuerzan a conseguir otras maneras u otras rutas para continuar el camino hacia nuestro objetivo.

Desde luego puede haber sorpresas que aceleran o que ayudan o facilitan el camino y no hay que olvidar que siempre será posible encontrar trampas, engaños, barreras, personas amigas o enemigos que harán de nuestro camino un reto mayor. Siempre encontraremos personas que nos dan la mano y personas que nos la quitan.

 

La vida es la vida, la vida es así…

 

Todo cambia permanentemente y así es que debe darnos alegría vivir.

 

La vida es como el cauce de un río que tenemos que estar dispuestos a navegar como venga, según corresponda en cada tramo y la mayoría de las veces tenemos que dejarnos llevar por la corriente  utilizando la mayor intuición e inteligencia que podamos aplicar para salir adelante, siendo conscientes que cada minuto, cada hora o cada día trae retos y sorpresas diferentes que hay que saber sortear  o aprovechar en la mejor manera posible.

 

Hay que agradecer todo lo que sucede y vivir la vida como se va presentando, que no es exactamente como queremos o planeamos…Es como va sucediendo…De momento no tenemos otra alternativa distinta. Cada hecho que pasa por bueno o grave que sea, es solo una oportunidad para reflexionar y aprender, por lo tanto finalizada esa etapa debemos continuar el camino sin quedarnos atrás, porque esos hechos ya son historia.

 

Aprovechemos las oportunidades y transformemos en oportunidades los problemas y las dificultades.