Cada vez se ha vuelto más difícil planear y lograr que se vuelvan realidad esos planes.

El mundo va muy rápido y los cambios nos atropellan. Uno puede diseñar el esquema soñado y luego hay que buscar seguir esa guía para ir ajustando cuando corresponda y al final ver cuanto se logra o qué variantes tuvimos que hacer como opciones válidas no imaginadas originalmente.

 

La vida actual ha obligado a trazar una ruta pero sabiendo que vamos a tener que hacer variaciones y en ocasiones logramos lo perseguido y en otras conseguimos algo distinto mejor o no tan bueno pero aceptable como opción.

 

Las variantes ocurren porque hay mucho factor externo a uno que no controlamos y es perfectamente variable como suelen ser las fuerzas de la naturaleza, nuestro cuerpo, nuestro entorno familiar o profesional, los gobiernos de los países donde estemos, el lugar donde nos encontremos y la gente que nos rodea, etc.

 

Todo lo anterior nos lleva a reflexionar que aparte de planear el macro diagrama de lo que deseamos realizar en nuestra vida o en la vida de las empresas, nos toca manejar el presente y manejarlo bien, porque sin presente no hay futuro.

 

Y hablando del presente, eso nos lleva al día de hoy o al momento de ahora que es lo que realmente tenemos y creemos poder controlar o manejar. Lo bueno de saber que la vida es un ratico, es que si lo estamos pasando bien hay que disfrutarlo porque eso tan bueno no dura tanto y si lo estamos pasando mal puede cambiar porque eso tan malo no dura tanto.

 

Todos los días tenemos una agenda de tareas y citas para atender y buscamos cumplirlas tanto como podamos. Hay días que logramos hacer nuestra agenda sin problema pero muchos días surgen los imprevistos que otras personas o entidades o la naturaleza se inventan para que no logremos hacer las tareas.

 

Casi que uno podría concluir que lo único seguro aparte de la muerte y los impuestos es el cambio, todo cambia más rápido y en la forma más sorprendente. La vida no es como uno quiere que sea, la vida es como ella quiere ser y uno a veces acierta y coincide con ella, pero muchas veces no ocurre lo que queremos sino lo que la vida nos tiene preparado.

 

¿Qué hacer con la vida?

 

Si la vida es un ratico hay que aprovecharla y cada momento vivirlo intensamente, como corresponde, por lo malo, lo regular o lo bueno.

 

Disfruta la experiencia de la vida personal, familiar, profesional o empresarial con todos los matices, colores y sabores, todo cuenta así sea momentos de goce o momentos de dolor. o momentos de tristeza o momentos de alegría, o momentos de disgusto o momentos de entendimiento, o momentos de triunfo o momentos de fracaso, o lo que sea, todo cuenta como experiencia y algo aprenderás o recordaras u olvidaras.

 

Vive cada momento a conciencia plena y agradece ese rato que te la vida, sin importar como venga. Como es un ratico, pronto pasará…