Así como las burbujas económicas son creadas por gente que establece con seriedad y credibilidad ideas o pensamientos que son la mayoría de veces ciertos pero erróneos algunas de las veces, como por ejemplo “Compre inmuebles que siempre aumentarán en precio” o “Invierta en dólares o en acciones que en el largo plazo siempre aumentan de precio”, así mismo ocurre con las ideas no económicas expresadas por personas respetables ideológicamente, que mucha gente sigue a ciegas pero que en la medida que avanza el tiempo se descubre que no era tan cierto lo que ellos afirmaban y la gente se lleva desengaños.

El punto es que uno tiene que creer en algo y entonces ¿en qué cree?

Un amigo me ha enseñado que es vital verificar las fuentes y verificar las afirmaciones que las personas confiables hacen a menudo, porque no todas esas afirmaciones son ciertas en un 100% y puede uno terminar creyendo mentiras por confiar a ciegas. Por aquello de la sabia frase popular que dice “Crea fama y échate a dormir”

En las revistas o en los diarios tradicionales aparecen muchas afirmaciones que son falsas o que tienen un componente erróneo porque solo muestran una cara de la moneda o porque están influenciadas por una ideología que solo muestra un color de la inmensa gama de colores que puede haber o una posición o visión de  las muchas que puede haber. ¿Se acuerdan de esa frase muy común en las noticias que decía “Una fuente de alta confiablidad me dijo”?…de eso se trata.

Hoy día las fuentes de alta confiablidad no son tan confiables porque detrás de cada afirmación hay intereses ocultos y hasta bien pagos o bien retribuidos por fuerzas invisibles que quieren llevar a la humanidad hacia alguna meta o creencia que les produce resultados enormes y sustanciosos para unos pocos que los manejan.

El antídoto es La frase célebre “No trague entero”.

En los chat de hoy día hay un amigo que es especialista en hacer auditoría a lo que mandan y con alta frecuencia vuelve con la información que comprueba o demuestra que una noticia o una afirmación que nos han compartido es falsa.

En el juego político todos los días se la pasan alrededor del mundo afirmando lo que no es y luego comprobando lo que si era. Hay noticias que duran meses dando vueltas y vueltas, unas para un lado y otras para el otro hasta que finalmente logran demostrar que la primera afirmación era falsa, pero ya el daño está hecho en la imagen de alguien o en la honorabilidad de alguien o en la confiabilidad de alguien o en las decisiones que alguien tomó basado en lo que le dijeron o lo que leyó o escuchó y siempre queda el sabor de la duda o el dolor de la equivocación o de sus consecuencias.

En la vida cotidiana a niveles más pequeños como las empresas y las familias o los amigos o conocidos ocurre otro tanto. Alguien crea la burbuja con una idea o una sospecha o una suposición y de allí en adelante inicia el daño, la discusión, la desconfianza y hasta la ruptura de amistades o de matrimonios o la desaparición de jefaturas, o la desvinculación de personas,  todos por haberse visto involucrados en un enredo que alguien con una intención fija y malévola creó para dividir por aquello de la frase maligna o astuta o brillante, según se mire,  “Divide y vencerás”.

Hay familias que se han destruido y empresas que se han acabado por burbujas ideológicas que alguien de supuesta alta confiabilidad ha soltado. Viene la pelea de los hermanos o de los esposos o de los socios y ante la duda generada las relaciones ya no vuelven a ser las mismas porque se genera la desconfianza profunda y llega pronto el rompimiento. Cuando todo se aclara, el daño ya está hecho.

Varios de Ustedes deben estar pensando en este momento las veces que han tenido que presenciar o sufrir lo que acabo de describir y la importancia que debían haber dado al verbo verificar.

Por las burbujas ideológicas mucha gente sigue ha seguido y a los líderes erróneos o correctos en muchos escenarios de la vida como si fueran el ejemplo idealizado de un superhéroe. Aterrizo la idea para recordar líderes musicales como Elvis o los Rolling Stones o los Beatles que influyeron hasta en la forma de vestir de la época, la mayoría de las veces en forma inocente y beningna.

En los momentos actuales hay líderes musicales que tienen influencia semejante y que los jóvenes imitan y adoran gracias a las burbujas que ellos generan. Esto mismo pasa en el pensamiento literario, en la política, en los deportes como el Football, en las religiones y en todos los ámbitos sociales. En el presente el fenómeno Youtube es sencillamente descomunal y gracias a las redes sociales se visualizan los seguidores que en muchos casos son millones que se deleitan con su personaje o superhéroe de nuestros días,  hasta que algo pasa y se les baja el rating como si fueran un programa de televisión y salen de circulación o minimizan su influencia, bien sea porque algún otro más novedoso los superó y reemplazó o porque cayeron en desgracia o se volvieron obsoletos.

Lo bueno del tema es que cada cual goza y disfruta siendo seguidor, lo malo es que la influencia puede ser nociva cuando el personaje que seguimos nos lleva al precipicio, para morir felices…Pero antes de tiempo…

Es importante no enceguecerse y no volverse un fanático que pierde la cabeza. Hay que aterrizar cada acción y cada liderazgo para evaluar lo que trae de bueno y aprender a filtrar para no ser engañados o abusados anímicamente o intelectualmente.

¡Gocemos con un pie en la tierra! “No traguemos entero y verifiquemos siempre”