Hace unos años estuvo de moda hablar de los stakeholders o constituyentes de una empresa. Ahora el mundo ha cambiado y el asunto se diversificó y amplió significativamente, pudiendo ser muy peligrosos y riesgoso no tener en cuenta los 10 estadios que voy a señalar.

De primera mano vienen los tradicionales: accionistas, empleados, proveedores, comunidad y clientes. Esos eran los stakeholders o constituyentes para los que una empresa existía. La idea siempre fue buscar la optimización de la satisfacción o el deleite de esos 5 jugadores clave, maximizando el nivel posible al que todos podían llegar sin que alguno quedara en desventaja o en ventaja.

En el mundo de hoy el asunto se volvió realmente más retador y más complejo porque es evidente que hay jugadores clave que antes no se consideraban actores en la ecuación del éxito o fracaso de una empresa, pero ahora si lo son.

Los 5 jugadores adicionales son: Los distribuidores o canales, la honorable competencia que nos distrae, nos enseña y nos reta, aparte de ser un aliado o un cliente en algunos momentos, el gobierno que es un socio grande que se lleva una buena parte de las utilidades y pone su ritmo, la sociedad que nos rodea y nos califica o juzga o exige y tiene tanto poder o más que los clientes o los canales o los proveedores y el mundo digital que nos monitorea, nos acelera el paso, nos califica, nos da prestigio o nos lo quita, nos da presencia o nos perjudica o nos acaba o nos potencia.

En el mundo en que vivimos, cualquiera de los nuevos jugadores descritos puede poner a bailar un ritmo diferente a una empresa y hasta la puede arrodillar o la puede potenciar y crecer o la puede acabar.

Mucha ventas ya no se hacen como antes, directamente, hoy día entre más pasa el tiempo dependemos de terceros para llegar a todos los mercados y todos los rincones. Los canales o distribuidores permiten a las empresas abarcar el planeta, llegar donde en forma directa jamás hubieran podido soñar. Algunos canales se llegan a convertir con el tiempo en el vehículo vital para la existencia de las empresas u organizaciones modernas.

El gobierno que antiguamente nos hacía algunas exigencias, ahora sabe todo de nosotros y hasta nos sorprende la precisión. Cada vez nos exige más y más y nos coloca procedimientos, normas, procesos, impuestos, auditorías, reglas, leyes para todo. No planear esta relación y como sacarle ventaja es un acto suicida.

Qué tal la sociedad? Antes una empresa hacía lo que creía era lo justo pero ahora la sociedad exige un comportamiento y coloca sus reglas. La sociedad exige un trato y un respeto por las reglas de convivencia y respeto de las minorías lo mismo que el respeto al medio ambiente a los animales a las mujeres a los LGBTI, a los menores, a los mayores, a los enfermos. En el pasado a alguien le daba lo que se conocía como “surmenage” y no pasaba nada, ahora eso puede ser consecuencia del exceso de trabajo o del acoso de un jefe y tiene fuero. Los jefes ya no pueden hacer lo que se les antoja, la sociedad y el gobierno les impone un comportamiento…Igual ocurre en los colegios o en los hogares, los profesores o los padres no pueden maltratar a los menores, ni torturarlos o amenazarlos o golpearlos como antes se hacía…

El mundo digital es como un gran país donde hay que estar porque nos conecta con el planeta, con otras empresas, con los competidores, con los clientes potenciales, con la sociedad y no estar es grave para el progreso, pero estar exige disciplina y herramientas de observación y medición adecuadas. Una equivocación en el mundo digital y en horas pueda acabarse la reputación de una organización o de un individuo. Igualmente en ese mundo digital una persona o una organización puede volverse famosa en horas, es un mundo con otras reglas y otra potencia, es un mundo que hay que aprender a manejar en velocidades y en contenidos. Ya hay muchos grandes jugadores o potencias en ese nuevo mundo al cual vamos entrando aceleradamente todos sin excepción y si no es así observe lo que ocurre hoy día en una reunión o en la calle donde toda la gente está ocupada chateando, donde resolver una duda toma segundos, donde contactar a alguien es cuestión de segundos sin importar las distancias, donde las barreras cambiaron y las fronteras se acabaron.

Y qué tal la competencia de hoy? Hay amigos que han quebrado porque los han reemplazado invasiones desde otros países con mejores productos y servicios, más baratos y mejores. En el mundo actual cada día se ven más alianzas entre los que muchos años compitieron, asunto impensable en el pasado.

Dejo el pensamiento volando porque vale la pena tener en cuenta los 10 estadios de la gerencia moderna o de lo contrario la vamos a pasar mal.