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Con todo el respeto que merece Lionel Messi, en el pasado mundial le dieron el premio del mejor jugador, asunto que nadie entendió porque no hay duda que Messi es un excelente jugador pero tampoco había duda que para efectos del mundial en curso no había tenido resultados que ameritaran el reconocimiento que se le hizo. Muchos otros jugadores estaban en la lista primero que él.
Por otro lado, un jugador como James Rodríguez, evidente goleador por resultados concretos y visibles fue premiado un mes después en privado como reconocimiento al que más goles anotó en el mundial.
La reflexión es sencilla, qué es más importante, ser muy bueno y obtener los mejores resultados o tener la influencia que permite que a uno lo destaquen y lo premien sin importar los resultados?
Cuántas veces hemos presenciado y vivido situaciones semejantes en otros escenarios de la vida cotidiana, cuantos conocidos nuestros que tenían el mérito suficiente quedaron de segundos o de terceros o de quintos, a pesar que las cifras y las evidencias mostraban que eran los número 1?
Qué otros factores influyen para que teniendo el mejor resultado elijan a otro? Recuerden que no siempre el que tiene el precio más bajo gana una licitación. No siempre la más linda es la que queda de reina.
Hay otros factores que agregan valor a las decisiones. No siempre la mejor empresa gana el premio de calidad.
A veces es mejor tener nombre, reconocimiento, continuidad, cercanía, estilo, carisma, peso específico, una o varias de estas características que tener la mejor cifra posible, es un tema de lucir armonioso o brillar más aunque no seamos de oro.
Allí está la clave! Brillar más que el oro, sin serlo.
Hay que brillar! Ese si es el objetivo y para ello hay que tener una buena combinación de factores como los que mencioné arriba u otro, acompañados de algún resultado.
Los empresarios prefieren muchas veces la lealtad de una persona a su aporte de resultados a la organización, porque prefieren tranquilidad y control como primera prioridad a solo resultados sin que les de confianza. Desde luego se busca una integralidad, pero la lealtad y la confianza tiene un valor muy alto, sea cual sea el resultado, porque da seguridad.
Otro punto importante en los ingredientes que no son resultados es el estilo. Hay que tener estilo para presentar un tema o para decirlo. Hay estilos que gustan y hay estilos que son despedidores o que asustan o lucen ordinarios, les falta altura o les falta clase. Una persona con falta de clase puede tener muy buenos resultados pero ese ingrediente en una persona con resultados promedio la catapulta al estrellato y brillará más que la de muy buenos resultados.
Yo he visto ascender y triunfar empresarialmente a mucha gente que no es la mejor pero cuyo estilo, figura o manera de hablar o presentar gusta mucho, asunto que genera un 80% de probabilidad de éxito. Lo vemos a diario en el cine o en la televisión, hay gente que no necesariamente es talentosa o que es apenas promedio en lo que hacen, pero una figura atractiva o linda los potencia y hace que la gente los vea con otros ojos y les parezcan maravillosos. Igual pasa con la gente promedio pero con estilo que gusta, es su forma de hablar o su forma de presentar o de argumentar la que gusta y eso es un fenómeno igual que el de la belleza física, que de entrada van ganando.
Por las razones que describo es que el que es muy bueno en algo se pregunta por qué otro que no es tan bueno lo iguala o le gana. Por eso se escucha mucho que hay gente que se gana a los demás a punta de lengua. Esta última es la cualidad destacada de algunos políticos y de algunos famosos conquistadores del corazón femenino.
Por todo lo anterior, si Usted es muy buen en algo, busque complementar con un buen estilo o una buena presentación o buena habilidad conversadora o buenos amigos yo relacionados y así asegurará el éxito o tendrá al menos mayor opción. Recuerde que no basta con se bueno o ser el mejor. Y si Usted no es tan bueno en algo o no es bonito o bonita, desarrolle otro tipo de encantos como los que hemos compartido y verá que las probabilidades de éxito aumentarán. Hay feos y feas exitosos. No todos los lindos triunfan. Una sola cualidad destacada no es suficiente para triunfar, hay que complementar el portafolio y así mejorar la probabilidad de éxito.
Ahora bien, en las organizaciones se mueve la política alrededor de los ejes de poder y allí es donde el que logra ganarse la confianza del gran jefe, sin que sea el mejor, pero si el más hábil vendiéndose por leal o por informador o por colaborador, logra hablarle al oído y termina mandando y haciendo más que el propio jefe, porque se vuelve algo así como el jefe del jefe. Es el consejero que dice al jefe qué hacer y qué no hacer. El poder detrás del trono o la primera dama. Estos casos son famosos en la historia del mundo con los líderes de un país o de un reino que son influenciados y manipulados por personajes que a los ojos de todo el mundo son los que verdaderamente mandan.
Ganarse la confianza de alguien importantes es clave y ese es un objetivo que buscan los que normalmente saben que no son muy buenos y tienen que elegir otros métodos complementarios para triunfar. Dejo la reflexión allí porque no se si quien está leyendo es el mejor y ahora sabe que tiene que complementar su cualidad con otras o si es el personaje promedio que acaba de ver una luz al final del túnel con la carrera por ganar confianzas, asunto que da para escribir varios libros.
