Un conocido que no progresó mucho en la vida laboral solía decir “Trabajar es tan aburrido que por eso le pagan a uno” Con esa visión en su mente se hizo, con el pasar del tiempo, un perfecto mediocre y aunque ocupó algunos cargos de liderazgo medio en las empresas donde trabajó, nunca se destacó por algo distinto a ser uno más en la lista de los que con dificultad se acercaban a un rendimiento promedio. Este tipo de personas es el que trabaja o va por la vida a mitad de la velocidad que podría ir y hace solo lo estrictamente necesario, nunca va más allá del deber y mucho menos va a esforzarse por encima del promedio. En las empresas son esas personas que nunca hacen tareas que destaquen ni por malas ni por buenas y duran años en las organizaciones hasta que alguien descubre que son una especie de lastre pasivo y los descontinúan. ¿Se ha encontrado con una persona así alguna vez? ¿Es Usted así?. Le daré el nombre de “Mediócrito” para resumirlo fácil. Suena medio griego el nombre al cambiarle la posición del acento.

 

En un extremo de pensamiento están los pesimistas y negativos que ven la mayoría de veces lo malo de cualquier situación y encuentran un problema para cada solución. Muy cerca a estos individuos están los que juegan el papel del insatisfecho permanente, para el que nada es suficientemente bueno y nada lo llena o lo complace, los que si se tragaran su propia saliva podrían llegar a envenenarse. Esos son los individuos que ven dos pequeños y casi microscópicos puntos negros en una enorme pared blanca. Los bacteriólogos de la vida, con el respeto que merece esa útil profesión aplicada a la química de los fluidos y desechos corporales. Viven aburridos en el mundo lleno de imperfecciones que les tocó vivir. Este mundo. Si hace sol es malo pero si llueve también, si hay solo pasta para la cena prefieren irse a buscar carne y si hay carne prefieren buscar pescado y si hay pescado buscan pollo y si hay pollo prefieren vegetales y así sucesivamente. Hacen sentir mal a cualquiera y ellos son los poseedores de la verdad revelada. ¿Los ha visto alguna vez?¿Es Usted uno de ellos? Le llamaré “Amargósito” para que suene un poco filosófico, cambiándole de posición el acento, intencionalmente.

 

En la otra orilla están los entusiastas y positivos que ven posibilidades y oportunidades donde los demás ven problemas, los que siempre están dispuestos a realizar actividades sin importar lo complejas o difíciles que ellas sean, los que no pierden un minuto revisando el pasado porque solo ven en el presente el camino para construir el futuro y ante una dificultad solo se concentran en salir adelante encontrando soluciones y opciones y desde luego son personas de acción y de resultados. Son las personas que siempre están dispuestas a medirse a nuevos retos, los primeros en entender, aceptar los cambios y promoverlos, son los que proponen ideas e innovaciones y los que irradian alegría frente a cada nuevo reto. Son las personas que tiene claro que nada se logra completo o rápido si no se trabaja o se hace alianzas con otros, son los que saben que es buen negocio trabajar en equipo para el bien común. Los llamaré “Positrón”. ¿Es Usted de los que empujan o a los que hay que empujar?

 

 

En la vida diaria nos encontramos con los tres tipos de personas que he mencionado, ¿Con cual se conversaría Usted con mayor frecuencia? ¿Con el perfecto insatisfecho y amargado…Amargósito? ¿Con el negativo que todo lo ve gris y nada le llena, otro Amargósito? ¿Con el que todo lo deja para mañana, nada hace excepcional, va con la ley del menor esfuerzo y logra mediocridades, Mediócrito? ¿Con el entusiasta positivo que desborda en ganas de hacer y de lograr, aparte de ser buen ser humano, Positrón? ¿De quién quiere dejarse influenciar? ¿Quiere estar en el equipo ganador o quiere ser un perdedor?

 

Desde luego siempre necesitamos una persona que nos guíe, anime, ayude, facilite el camino, aconseje, infunda confianza, critique constructivamente, corrija, motive, ilumine, acompañe, integre o lidere. Esa persona puede ser un jefe, nuestro mejor amigo o amiga, un familiar que nos quiere, nuestro compañero o compañera de vida o compañero o compañera de trabajo o todos los anteriores (Positrones)

 

Lo que también queda claro es que no necesitamos una persona que reste, que produzca el efecto contrario y practique los inversos de los verbos que he mencionado arriba y en consecuencia nos haga frenar o retroceder o desmotivar o asustar o perder confianza en nosotros mismos y nos lleve al fracaso (Mediócritos y Amargósitos)

 

Los círculos virtuosos existen y son los que catapultan los resultados de los seres humanos y los llevan a conseguir lo que a simple vista parece imposible e improbable.

 

¿Cómo creen Ustedes que van a ser los resultados de un equipo humano de mayoría Positrones y cómo creen que se sienten los colaboradores y los jefes integrantes de ese equipo de mayoría Positrones? ¿Será que se genera un círculo virtuoso? ¿Será que tienen buena probabilidad lograr o sobrepasar los objetivos planeados?

 

El jefe está contento con su gente y con los resultados y la gente está contenta con el jefe y los resultados y la empresa está contenta con ese jefe, con los colaboradores de ese equipo y con los resultados. Se genera una espiral positiva creciente donde todos aportan y entre más y mejor lo hacen, más y mejor lo logran, mejor les va a todos y a la empresa y así sucesivamente…Círculo Virtuoso. Lo anterior facilita el liderazgo y genera un pegante natural que genera confianza y gran compromiso de cada cual con las tareas y con la organización.

 

Muchísimos de los grandes logros históricos en muchísimos escenarios de la vida se han dado en las condiciones más adversas y retadoras. Cuando se tienen las mayores restricciones surge la oportunidad de crecerse y superarse y allí los círculos virtuosos, los aportes entusiastas y compromisos de cada cual dando lo mejor de sí son la clave de esos éxitos.

 

Que rico escuchar a jefes y colaboradores decir “Mañana salgo temprano para el trabajo porque tengo unas tareas retadoras que me esperan y las voy a disfrutar con mis compañeros que son excelentes profesionales y me agregan valor a diario y lo mejor de eso son los jefes que nos permiten aprender, aportar y crecer y nos apoyan y lideran con toda energía porque son parte del equipo ganador. Los jefes desde luego dicen algo similar indicando que es una maravilla contar con colaboradores que aportan ideas y resultados y van más allá del estándar, siempre comprometidos y entregados a la causa de sacar adelante con excelencia los retos diarios. “Me siento orgulloso de pertenecer a este grupo humano y a esta empresa, que quiero con el alma” debe ser la expresión de cada cual.

 

Nosotros mismos somos los autores de nuestro propio destino y de nuestros propios sentimientos y posiciones respecto a cualquier reto o dificultad en el trabajo o en la profesión o en la vida y no podemos cambiar lo que sucede pero si podemos cambiar la forma que reaccionamos, actuamos y pensamos respecto a lo que sucede.