A veces me encuentro en el escenario corporativo con caritas largas, tristes, molestas. Un gesto de desesperanza se dibuja en algunos rostros. :La decepción se apropia del cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu de algunas personas. Como si todo estuviera perdido, como sí se hubiera llegado al final del túnel. Se nos olvida, que somos seres espirituales, viviendo una experiencia física. La mente hace de las suyas y la vocecita interior o crítico interno, como lo definimos en coaching nos juega malas pasadas.
!Sabes, todo tiene una solución espiritual!. Lo que sucede es que nos nos preocupamos por mejorar nuestro bienestar interior, cuidar la mente y desarrollar nuestra inteligencia, emocional y espiritual o ‘Yo sagrado”, esa fuerza interior que existe en cada ser humano, nuestra conexión espiritual con el todopoderoso.
Es verdad, que hay retos. Pero siempre existirá una solución espiritual para cada problema. No, todo está perdido. Mientras en ti habite el poderoso deseo de seguir adelante en medio del miedo y el pánico Es cierto, que existe una realidad. Pero también existe la esperanza en cada instante de la vida.
Todo finalmente es transitorio. Nada es eterno. No estamos solos. Contamos con una fuerza interior que nos acompaña en cada momento, una fuerza que abraza la vida y nos lleva siempre hacia adelante. Para mi es Dios, para otros universo, energía, inteligencia infinita, vibración. Todos los seres humanos podemos invertir esa realidad en medio del aparente caos.
¿Entonces cómo superar la decepción?
La decepción es un mensaje de tu ser interior que te comunica que aquello en lo que te has enfocado no es lo que quieres. La propia decepción te hará saber qué es lo que realmente quieres experimentar y reflejar en tu vida. La emociones son tu indicador físico de tu relación con tu ser interior.
En vez, de recrearte una y otra vez en las circunstancias difíciles podrías pivotar (girar sobre un pivote para cambiar de dirección). En otras palabras, hacer conciencia de tu estado emocional y salirte de esa emoción que te sumerge en la decepción.
Cambiar el rumbo de tus pensamientos. Llevar tu mente a las cosas que te gustan, que te generan alegría. En vez de darle la vuelta al pensamiento preocupante, elige un pensamiento que te haga sentir mejor o busca el aspecto positivo del acontecimiento que te atormenta.
Tenemos 60.000 pensamientos por día y el 90% de ellos, se enfoca en lo negativo.
Otra manera de sentirte mejor, es quitarle el drama a lo sucedido. Sí, talvez podrías decir, ¿pero cómo le voy a quitar el drama, sin me siento mal?. Tienes razón, las cosas pueden ser duras. No obstante, el sumergirte en el mar de la melancolía y la desesperanza no te apoyará a lograr lo que deseas.
Busca sentirte mejor. Podrías redireccionar tu mente y pensar en un bebé, un ser querido, admirar el paisaje, caminar por la naturaleza…
La decepción aparece cuando se crean expectativas y hay un apego al resultado. Personalmente he vivido experiencias retantes. Sin embargo, agradezco a la vida por esos momentos, no habría tenido la oportunidad de mirar hacia adentro de mí misma y crecer como ser humano, sin esas experiencias.
La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com
¿Te has sentido decepcionado?
¿Le das poder a las cosas externas?
¿Tomas tiempo para conocerte a ti mismo?
¿Eres consciente de tu poder interior?
¿De qué manera afrontas la decepción?
Te invito a hacer conciencia de tu respiración. Respira profundamente. Llena tu estómago de aire y exhala despacio. Suelta la ansiedad sobre tu futuro y agradece este momento presente.
¿Qué hace un Coach?. Te apoya a sacar la mejor versión de ti mismo. Te escucha sin juicios. Te acompaña a lograr los resultados que deseas. Te hace preguntas poderosas, para que encuentres respuestas poderosas para enfrentarte con tus miedos más profundos y descubrir lo mejor que habita en ti. Coaching no es terapia, no es mentoría, no es consultoría. Es un proceso creativo que respeta la sabiduría del cliente y que se enfoca al logro de resultados.