En un planeta saturado de ruido, sobrecarga de información y distracciones constantes, el poder del silencio se ha devaluado a tal punto que la gente se siente rara cuando hay silencio en algunos escenarios y corren a rellenarlo, poniendo música sin van conduciendo en el coche, o en la casa prendiendo el televisor, en el transporte masivo, buscando en el teléfono móvil el titok y otras redes sociales para ver y escuchar los videos como si estuvieran en la sala de casa, sin importar que este ruido podría molestar a las otras personas que viajan en el transporte atestado y en los lugares de trabajo, a veces esos silencios se rellenan con palabras, como en la película de dibujos animados, bla, bla, bla.
En estos tiempos de estrés, de desconexión emocional con nosotros mismos, el poder del silencio se convierte en un ‘commodities’ extremadamente valioso para el bienestar mental y emocional de los seres humanos.
La salud mental se ha puesto en juego con tantos ruidos en todas partes, el ladrido de los perros que dejan en las casas solos, la gente que escucha música a todo volumen, gritos en fin… Toda una orda de sonidos que a veces enloquecen y causan dolores de cabeza.
Para algunas personas no es normal el silencio y quizás a veces se asocia con la ausencia de sonido, pero el ‘poder del silencio’ tiene otra connotación más transcendente que para su comprensión requiere de una mayor expansión de conciencia de las sociedades.
El poder del silencio transforma vidas
¿Cuánto hace que no le dedicas un tiempo específico en tu día a guardar silencio?
El silencio es un estado de reflexión profunda, en el entorno cotidiano estamos constantemente bombardeados por el ruido, sonidos, voces y otros estímulos que nos impiden detenernos a pensar y procesar las experiencias del día a día. Adicionalmente el crítico interior también hace de las suyas.
El silencio nos permite escuchar nuestra propia voz interior. Alguna vez, realice un encuentro de inmersión sobre el silencio, confieso que las primeras horas del encuentro me costaron no solo a mí, sino a todos los demás participantes. Siempre hablando. ¿Cuando escuchamos?
Pero en la medida que nos fuimos sumergiendo en el espacio con la guía del entrenador fue bastante enriquecedor, de hecho, luego en mi certificación de coaching espiritual, fue un ejercicio poderoso. La quietud, termina por ser más valiosa y grandiosa que el ruido, dado que nos brinda una oportunidad única para el autoconocimiento y nos permite escuchar a nuestro niño interior, hacernos las preguntas que no nos hacemos, descubrir respuestas valiosas inexploradas.
El silencio un camino para la sanación
En muchas tradiciones espirituales, el silencio es considerado un medio de sanación. La meditación, por ejemplo, es una práctica que promueve la quietud mental y emocional, permitiendo que las personas se conecten con su ser interior y liberen el estrés acumulado. La ciencia también respalda estos beneficios: se ha demostrado que el silencio reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejora la salud cerebral al estimular la neuroplasticidad.
El silencio nos permite también desconectarnos de la sobrecarga de estímulos externos que a menudo nos drenan emocionalmente. Al darnos un respiro de las presiones del mundo exterior, creamos espacio para la sanación interna. Esto no significa necesariamente la ausencia total de ruido, sino la capacidad de estar presentes con nuestra mente tranquila y enfocada.
El silencio es un vehículo poderoso para la toma de decisiones, para la comunicación, para el crecimiento interior, para el desarrollo espiritual, la creatividad, el liderazgo y la toma de decisiones, porque cuando acallas tu mente y entras en un estado de silencio es cuando puedes descubrir resultados extraordinarios.
Así las cosas, el desafío de la sociedad es aprender a hacer silencio, a comprender y tomar conciencia que cada ser humano que habita en este mundo, puede aportar un pequeño granito de arena para reducir la contaminación por el ruido y crear espacios de silencio que terminarán por fortalecer la salud mental de la humanidad.
Es importante hacer conciencia que tu ruido puede hacerle daño a otro y a ti mismo. La gente necesita educarse y crear hábitos que propicien escenarios, espacios, instantes de silencio en medio del caos y que estos puedan contribuir con un planeta más armonioso más conectado con el poder del silencio.
La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com
¿Qué haces en tu vida para darle espacio al silencio?
¿Cómo puedes contribuir a crear hábitos que inviten al silencio en medio de un planeta lleno de ruido?
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